El convento (II)
Fecha: 09/06/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Marquez X, Fuente: CuentoRelatos
... duerma que mañana se podrá ir a su casa, le deseo buena noche.
F - Gracias hermana Varenka, nunca olvidaré lo que hizo por mí.
En la otra habitación la hermana Brunilda se ocupaba del carnicero del pueblo don Enzo, era un hombre pálido, poco agraciado y bajito de unos 40 años, mientras que la monja alemana Brunilda era una auténtica belleza vikinga, de cabello negro como la noche y una elevada estatura.
La monja hacía todo lo posible por su paciente, pero no veía mejoría, pasada la medianoche Brunilda estaba muy preocupada, los latidos del corazón eran muy débiles, pero entonces pasó algo "Divino" según Brunilda, pues en medio de la tempestuosa noche, una paloma se coló por la pequeña ventana ubicada en la parte superior de la habitación, luego el ave batió sus alas y se posó exactamente sobre el bulto que se marcaba a la altura del abdomen de don Enzo, ósea en su polla, la estupefacta monja veía como la paloma luego de dicho acto, remontaba el vuelo y se iba por donde llegó!
Para Brunilda esto era una señal inequívoca de lo que debía hacer, aunque estuviera en contra de su doctrina, se decidió a intentarlo, hizo la señal de la cruz, pero lo que a continuación sucedió disipó cualquier duda que albergará, pues cuando se levantó de la silla, su biblia cayó sobre el piso abierta y su anillo de ónix que tenía en el dedo anular cayó sobre un versículo de Lucas que decía "y oyéndolo Jesús, le respondió: no temas, cree solamente y ella será sanada", la monja recogió ...
... la biblia con una lágrima de felicidad pues sentía que Dios se había comunicado con ella.
A continuación retiró la sábana que cubría al carnicero y vio por primera vez una polla, por cierto era grande y contrastaba con la estatura de don Enzo, la monja agarró la polla del carnicero que veía hipnotizada como está crecía más a medida que su mano subía y bajaba por el tronco de carne, gracias a el líquido preseminal resbalaba mejor por su palma, segundos después tomó aire y empezó a chupar la morcilla del carnicero, para su sorpresa le empezó a gustar el sabor a verga y como le llenaba toda su boca, minutos más tarde de ponerle la verga dura y gruesa, Brunilda se daba cuenta de la mejoría de don Enzo, que abrió los ojos y recitaba emocionado!
E - Aclamen al señor, porque él es bueno, porque su misericordia es eterna!
Brunilda sonrió y puso más empeño en su mamada, pues reconoció enseguida el versículo de Crónicas, la monja sentía que debía expulsar el "veneno" que estaba inoculado en la polla de don Enzo.
B - Don Enzo, que debo hacer para que expulse la enfermedad por su aparato?
E - Hermana, yo creo que debo meter mi aparato entre sus piernas, es la mejor manera!
La monja lo pensó, pero estaba segura de que no podía ofrecer su castidad, así que como una valiente, se quitó el hábito, dejando sobre si únicamente su rosario, cofia y velo, los ojos de don Enzo por poco se salen de sus órbitas, la monja era una tremenda yegua, con un par de enormes melones, gran ...