1. Infiel por mi culpa. Puta por obligación (30)


    Fecha: 10/06/2024, Categorías: Grandes Relatos, Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... regalo. ¡Jajaja! —Carcajeándose estrepitosamente, contestó a todo volumen, como era lo usual en él con sus apuntes hirientes.
    
    —Y al arquitecto… ¿Entonces no? —Volvió a cuestionarle Diana y Cha… Nacho se llevó la mano derecha a la nuca, friccionándosela mientras se lo pensaba.
    
    — ¡Es una lástima que esté casado y sea más fiel que perro de taller de autos, con lo papacito rico que está! Yo me lo rumbearía toda la noche si se deja, antes de que se madure mucho y se «apiche» ¡Jajaja! —Concluyó Diana, haciendo reír a todos los que estaban cerca de ella, contigo y tu asistente ajenos a estas mofas. Y yo por supuesto sonreí con amplitud disimulando mi incomodidad, pues me sentí de repente cabreada con él y celosa con Diana, pero no por mucho, pues José Ignacio finalmente intervino otorgándonos su veredicto.
    
    — ¡A ese güevón no me dan ganas de invitarlo! Pero si quiere ir pues que vaya y me presente a su mujercita, para ver que tan buen gusto tiene esa mujer cuando me conozca. Si va me importa un culo, aunque me caiga como una patada en las guevas, y además ¡Mírenlo! Siempre tan prudente, tan desaliñado y seriecito. Parece la imagen viva de un martirizado santo. ¡Además ese maricon no toma nada, ni siquiera el tiempo! —Y volvió a reírse, en esa ocasión secundado únicamente por las carcajadas de Carlos, pues ni Diana, K-Mena o yo, lo hicimos.
    
    —El marica ese se vanagloria de tener un matrimonio perfecto y feliz, pero eso debe ser solo un video que mantiene metido en su ...
    ... cabeza, porque apenas escucha el pitidito del móvil, se esconde de nosotros para hablar bajito y luego salir disparado para meterse debajo de las enaguas de su esposa. Esa mujer lo tiene bien amaestrado, como un cachorrito regañado. Y quien sabe cómo sea para bailar. ¡Debe moverse más un ojo de vidrio que ese tipo! Jajaja. No lo sé, Dianuchis, si quieres perder tu tiempo intentando rumbeártelo, alla tú. ¡Te deseo suerte con eso! —Terminó por responderle, y yo bastante molesta, de inmediato tomé mi teléfono para enviarte un mensaje, pidiéndote que por favor para la próxima canción, sin importar el género, me invitaras a bailar.
    
    — ¡Y lo hice! Bailé contigo qué… ¿Dos o tres temas de salsa? No recuerdo cuantas pero me alegré por ese mensaje al poder tenerte un poco más cerca, y bailamos rico, no tan pegados como quería por guardar las apariencias, y sin embargo al estar apartados de ellos, no me dijiste nada. —Le comento a Mariana, que nerviosa, no hace más que darle vueltas y vueltas a su alianza matrimonial, sin desviar hacía mí el profundo azul topacio de su mirada.
    
    —Las miradas cielo. Podría estar un poquito entonada por los tragos pero aún estaba muy lucida para darme cuenta de que varios pares de ojos nos miraban. Y sí, con nuestra manera de bailar despejaste las dudas que José Ignacio había hecho caer sobre ti. ¡Y eso me encantó! Sin embargo también llamaste la atención de Diana, que se obsesiono contigo, prometiendo delante de todos que en la fiesta, a como diera lugar, ...
«12...456...19»