1. Un affaire en Montevideo


    Fecha: 18/06/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Theresa1986, Fuente: CuentoRelatos

    ... corresponde. Va por mi cuenta." mientras le decía esto sacaba de mi bolso una de las tarjetas de crédito, pero el conserje, me cortó.
    
    "No, no, no, no es necesario ahora, señora. Por favor, el señor puede pasar. Después arreglamos. Que tengan una buena noche." -me dijo.
    
    En el ascensor Daniel me abrazó: "Sabés manejar a la gente, con una mirada sutil lo resolviste en escasos segundos."
    
    "¿Tú crees que me va a cobrar un plus por dejarte pasar? Cuando yo haga el check-out se va a hacer el tonto, el boludo como decís vosotros, «Esteee, lo del señor que subió con usted el otro día no se lo incluyo; cortesía del hotel». ¡Mentira! Puro teatro para que yo le deje una buena propina."
    
    Entramos a mi habitación. 5° piso, con una excelente vista hacia la playa Pocitos. Me saco la chaqueta abotonada y la dejo sobre una silla. "Puedes sacarte esa chaqueta, o campera como la llamáis aquí. Déjala ahí."
    
    Con asombrosa rapidez nuestras bocas se funden en un beso apasionado mientras nuestras manos recorren el cuerpo del otro. Siento su miembro erecto a través de la ropa. Él está muy interesado en mis senos. Pero en seguida me aparto. "¿Te parece bien si apago la luz. Por la ventana entran las luces de la ciudad?" le pregunto.
    
    "Sí, está bien, de acuerdo" responde.
    
    Camino hacia la ventana bajo las sombras de la habitación. Sé que se acercará y me tomará por mi espalda. Estoy húmeda por la angustia y la demora de sus intenciones por desnudarme. Llevo una blusa amplia, y una ...
    ... pollera apenas por encima de la rodilla. Ya me quité el calzado. Las luces que entran por la ventana hacen brillar mi anillo de casada.
    
    Sus manos van a mis caderas y acerca su cuerpo al mío. Siento su pene rígido que lo acomoda entre mis muslos. Sus brazos rodean totalmente mi cintura. Sus manos suben hasta mis tetas y allí se detienen acariciándolas a través de mi ropa. Inclino mi cabeza hacia atrás, queda apoyada en su hombro y emito un gemido.
    
    Me da vuelta y va directamente a mis labios. Sus manos se agarran de mi rostro y las mías de su cintura. Pasión y frenesí en un beso infinito. Muerdo sus labios. Ambos buscamos la posición perfecta para disfrutar lo máximo de la boca del otro. Ambos besamos con pasión llenos de lujuria.
    
    Me empuja contra la pared sin despegarse de mi. Sus manos ya no me acarician, ahora sostienen mis muñecas contra la pared. Nuestros cuerpos ensayan un compás de integración. Mis gemidos se van haciendo más cómplices cada vez. La habitación sigue en silencio total. Solo chasquidos de nuestras bocas interrumpen la sala. La lujuria se refleja sus ojos. Amarrados por el deseo nos quedamos inmóviles unos segundos solo para hablarnos con la mirada.
    
    Las ropas pesan y ya estoy húmeda después de semejantes besos. Nos acercamos a la cama. La oscuridad reina en la habitación, pero las luces que entran de afuera nos permite movemos sin problema. Se queda detrás de mi aún vestido. Me deja en esa posición unos segundos sin moverse ni decir nada, hasta que sus ...
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