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Tuve que dejarme coger para salvar mi matrimonio
Fecha: 18/06/2024, Categorías: Gays Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos
... hasta meter la mitad de su verga, mis gemidos aumentaron de intensidad, hasta que tomándome fuerte de la cintura me da un fuerte embiste y me la entierra hasta lo más profundo, el dolor fue terrible y me aventé sobre la cama para tratar de zafarme, pero siguiendo mi movimiento se recostó encima mío con todo su peso, impidiendo que lograra mi objetivo. Pegué un grito estremecedor y un par de lágrimas rodaron por mis mejillas, me retorcía de dolor e intentaba zafarme sin éxito, empecé a maldecirlo por no cumplir su palabra. - Shhh, shhhs, tranquila, ya va a pasar el dolor, relajate. - Cabrón, maldito, me has reventado el culo, prometiste empalarme despacio, aghhh - Cálmate, me gusta que mis nenas me sientan, ya no chilles, ya pronto gozarás. Me sentía aplastado por su cuerpo, casi no podía respirar, sus manos sobre las mías, sus vellos rozaban toda mi piel, su aliento sobre mi nuca, después de un rato sin moverla me dijo: - Relajate nena, que ahora empieza lo bueno, te voy a coger como nadie te ha cogido en tu pinche vida- Empezó a dar pequeños empujoncitos como para que notara bien su verga enterrada hasta lo más profundo y moviéndose en forma circular, el dolor disminuyó y empecé a disfrutar, hasta que nuevamente me la sacó hasta la mitad y me la vuelve a enterrar en forma violenta hasta el fondo, volví a gritar, el dolor regresó, me lastimaba, todo mi cuerpo se retorció, grité: - Basta, basta, sácala, aggh, me estás matando, hijo de putaaaa - ...
... No te la voy a sacar, nena, estoy disfrutando como nunca, tienes el culo tan suave, caliente y apretadito, pareces virgencita, te aconsejo que aguantes y te relajes, no te la voy a sacar hasta que te deje bien preñada, esta cogida no la olvidarás en tu vida, para que sientas como coge un verdadero macho. Seguía intentando zafarme, sin éxito, me tenía bien sujeto y seguía embistiendo con toda su fuerza y hasta el fondo, mi culo era castigado sin misericordia y un par de lágrimas resbalaron por mis mejillas, cualquier huida era imposible, así que resignado traté de relajarme, se echó una carcajada y dijo - Asi es putita, aghhh, relájate y pronto estarás chillando de placer. Aunque ya no me resistía, seguía pidiendo piedad, pero más lo excitaba: - Sácala, anda, te la chupo, ya mo me lastimes. Su única respuesta era empalarme una y otra vez, mi culo estaba completamente a su merced. Seguía gritando e insultandolo, solamente reía, al pervertido le gustaba verme sufrir con su verga enterrada en mi trasero. Poco a poco mi culo se fue acostumbrando al salvaje tratamiento, una ola de calor invadió mi cuerpo, sentía fuego en mis entrañas, pero cada que su verga golpeaba mi próstata era más placentero, un placer que aumentaba a pasos agigantados, sus vulgaridades ahora me excitaban, mi verga se había puesto durísima. Seguía gritando, pero mis gritos eran de placer, me besaba y chupaba la espalda y el cuello, pellizcaba mis pezones, mis gemidos aumentaron, señal ...