1. Mi cuñada, mujer caliente si las hay...


    Fecha: 30/06/2024, Categorías: Incesto Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    ... quedar, con vos claro.
    
    -Te repito, es una locura.
    
    Volvimos a la casa y la llamó a Natalia. Los tres nos sentamos en la galería.
    
    -Natalia, ya sé que tuviste sexo con Pedro. Y no me molesta. Le acabo de pedir que se venga a vivir a la chacra. Vos sos una mujer muy caliente, y no me vas a soportar mucho solo con un consolador. Quiero tenerte aunque sea por compañera, amiga. No quiero perderte.
    
    -Pablo, vos estás loco.
    
    -¿Gozaste mucho?
    
    -Si, no puedo mentirte.
    
    -Si Pedro se queda, ¿Vos no te irías?
    
    -No…
    
    -No se habla más entonces. Ahora queda en vos Pedro.
    
    Me fui a caminar solo. La idea no me disgustaba para nada. Cambiar de lugar, a un lugar tranquilo, sin la locura de la ciudad, tener una mujer tan caliente como Natalia y otra igual como Cande. Terminé aceptando. Llamé a un conocido por la computadora para Pablo y al día siguiente me fui con la camioneta de él a buscar mis cosas y su computadora. Aproveche para comprar un par de cosas para divertirme con ellas. A los tres días estaba de vuelta en la chacra, era cerca del mediodía. Bajamos todo y yo baje la bolsa con lo que había comprado y la guarde en mi cuarto. A la tarde, mi hermano fue al pueblo a hacer compras.
    
    -Traje unas cosas para Uds. Dije entrando a la cocina con la bolsa.
    
    Saque todo y ellas miraban asombradas. Entre las cosas había dos juegos de esposas, un arnés con posibilidad de intercambiar consoladores y justamente tres consoladores, uno realmente grande y un látigo de ...
    ... cuero.
    
    -Quiero ver como la coges a Cande. Le dije a Natalia.
    
    -Pero… Dijo Cande.
    
    Natalia le dio una bofetada y le saco la ropa. Ella hizo lo mismo. Se sentó en el borde de la mesa, con las piernas separadas.
    
    -Chupame la concha Cande y hacelo bien. Dijo Natalia mostrándole el látigo.
    
    La pendeja se puso a chupar con todo, Natalia gemía y le daba suaves latigazos en la espalda, no tardaron mucho en estar las dos a mil. La pendeja chupaba y se masturbaba la concha sin parar. Natalia gemía y se apretaba los pechos. Un par de orgasmos después, se paró y se puso el arnés y el consolador mediano. Fueron a la galería y la hizo poner en cuatro patas. Le enterró hasta el fondo el consolador y Cande solo gimió fuerte. Natalia bombeaba y le daba golpes en el culo. La hermana gemía y se apretaba las tetas sin parar. Yo estaba con mi pija al máximo, busque el látigo y le di varios latigazos en el culo a Natalia, que no paraba de pedir más y gemir. Hice que Natalia se acueste y Cande la monte. La pendeja se movía con ganas.
    
    Ahora los latigazos los recibía Cande, que cada vez se movía con más fuerza y gritaba como loca de placer. Me puse atrás y le fui metiendo mi pija en el orto, ahora sin aceite, solo con un poco de saliva.
    
    -Me estás haciendo mierda Pedro. Gritó cuando sintió mi pija entrando en su culo.
    
    -Goza pendeja, goza como te cogemos. Dijo Natalia.
    
    Los dos le dábamos con todo. Yo vi que cuando sacaba mi pija de su culo, tenía sangre. Cande gemía sin parar, pedía más y ...