Cumpliendo la fantasía del esposo de mi prima - Relatos Eróticos

Cumpliendo la fantasía del esposo de mi prima

Siempre he visto a la familia de mi prima como una familia ejemplar: dos hijos y un marido espectacular. Ellos han estado juntos desde que tengo memoria, unos 25 años al menos. Y yo siempre he estado presente en sus vidas por la confianza que tengo con mi ardiente prima Julia. Cuando salimos juntas, piensan que es mi mamá por nuestro parecido. Ambas somos de piel clara, castañas, estatura pequeña y con facciones bien definidas, tenemos ojos marrones y manos delicadas. Sin embargo, mi prima Julia está muuuy buena; demasiado buena diría yo, (teniendo en cuenta que ya casi alcanza los 45 años de edad). Después de su segunda hija, decidió operarse los senos, las nalgas y el abdomen, desde allí ha mantenido su linda figura yendo al gimnasio con regularidad.

El esposo de Julia se llama Gabriel, es un poco mayor que ella, (casi 50), ojos verdes muy muy claros, poco cabello y alto. Con barba canosa. Bien parecido y gracioso.

Hace unos meses me invitaron a su casa en el campo.

Este lugar quedaba como a dos horas de la ciudad, un sitio completamente alejado de la civilización, sin señal telefónica y rodeado de árboles y montañas. Bien natural de hecho.

Sus dos hijos se habían quedado en casa de su abuela, así que esto se trataba de un viaje solo para adultos.

Yo, de 25 años, ya estaba experimentada sexualmente un montón. Soy bien caliente la verdad...

Pero nunca me esperé lo qué pasó ese fin de semana.

Gabriel llevó unas botellas de alcohol diferentes y ...

... artefactos de bartender para prepararnos cócteles a Julia y a mí.

Comenzó a mezclarnos un mojito, mmm mi favorito.

Nos sirvió un trago a las dos y brindamos.

— ¡Salud!

Dijimos todos al unísono.

Pasaron las horas y nosotros escuchábamos música mientras bebíamos muy contentos en la sala de la casa.

Gabriel, como siempre, echaba chistes y contaba anécdotas que nos hacían cagar de la risa a Julia y a mi.

Después de un rato, la menta se había terminado y Gabriel ofrece mostrarme el jardín trasero en donde la cultivaban para preparar más. Viendo que Julia estaba un poco desentendida de su marido por estar inmersa en su teléfono, decidí ir con Gabriel.

Admito que el esposo de mi prima me ponía un poco.

Tenía esa pinta de tipo malo Old school de mi ciudad y era lo que más a mi me gustaba. Sin embargo, nunca me atreví a hacerle ningún comentario ni siquiera insinuarme de ninguna manera. Pero teniendo en cuenta que estábamos pasados de tragos, quizás algo podría surgir de allí...

— Gabriel, siempre he querido preguntarte algo.

Le digo mientras vamos caminando a través de la casa para llegar al jardín trasero.

— Claro! Lo que sea.

— Quiero saber cómo es mi prima en la cama.

Paró en seco en medio del pasillo y se quedó callado como un segundo pensando en si responderme o no. Entonces, pude ver cómo se había sonrojado y también ya había provocado una erección en él. Entonces se puso nervioso, soltó una risa pícara y me dijo:

— Es la mujer más sucia y ...