1. La vecinita transexual


    Fecha: 02/07/2024, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cierto un chico casi tan guapo como mi invitada. Con ciertos celos pensé en ese momento que harían buena pareja.
    
    No sé que imaginaria el chico de nosotros al vernos casi desnudos, un maduro con una joven transexual, mientras me entregaba la comida y le pagaba. Si eso de piensa mal y acertarás le daba una pista igual era por ahí hacia donde íbamos.
    
    Mientras comíamos empezamos a mirarnos con deseo, yo había empezado antes a mirarla con lascivia. Una sensual gota de sudor resbalaba desde su fino cuello hasta perderse entre sus pechos. Estaba deseando dejarla desnuda y en ese momento apostaría a que esa idea no le desagradaba.
    
    - Te has vuelto una chica muy interesante en estos años. Estás preciosa. Apenas te he reconocido abajo en el portal.
    
    - He hecho lo posible y pienso seguir mejorando, aún me falta mucho camino. Me gustaría ponerme tetas. La talla de tu hermana me encanta por cierto.
    
    - Para mí gusto estás sensacional así, muy sexi. Aunque a mí siempre han gustado los pechos no muy grandes. Pero es tu cuerpo y tú decides. Bueno mi hermana tiene una figura preciosa pero tú no tienes nada que envidiarle.
    
    - Y por lo que veo ahí encima le gusta ir sexi y provocativa.
    
    - Como a tí. Me encanta la ropa con la que te he visto estos días. Te queda genial.
    
    - Eres demasiado amable. Aunque yo no tengo lencería como esa y me encanta. O igual es que quieres algo de mí.
    
    Su sonrisa me decía que era posible que no le desagradara la idea. Además podía marcharse en ...
    ... cualquier momento, pero allí estaba sentada a mi lado con sus duras tetitas marcadas en la fina camiseta.
    
    - ¿Yo? ¡Que va!. ¿No soy demasiado mayor para ti?.
    
    Intenté bromear.
    
    - Eso debería decidirlo yo. ¿No te parece?.
    
    Despacio nuestros rostros se fueron aproximando. Ella me besó. Lo deseaba pero quería que fuera ella la que diera ese paso.
    
    - Siempre me has tratado muy bien, toda vuestra familia, a tus padres y tu hermana nunca os ha importado mi forma de ser.
    
    - Tu forma de ser es maravillosa. No tenía que importarnos nada.
    
    Seguimos besándonos, las pizzas olvidadas en la mesa. Mi lengua buscaba la suya y ella me la dio junto con su saliva. La cogí de la cintura y la subí a caballito sobre mis muslos. Frente a mí su cabeza quedaba algo más alta que la mía.
    
    Me clavaba la sin hueso hasta la garganta, sus babas entraban en mi boca. Tenía cogidas sus preciosas nalgas en mis manos solo tapadas por la lycra de sus mallas cortas.
    
    Gemía en mi boca. El beso se hacía más y más lascivo. Las lenguas jugaban fuera de las bocas dejando que la saliva cayera sobre mi pecho desnudo.
    
    - ¡Como besas!.
    
    - Contigo es fácil dejarme llevar.
    
    No podía apartar las manos de su cuerpo acariciando cada centímetro de su exótica anatomía. Y empecé a desnudarla sin prisa descubriendo la piel que pensaba besar y lamer. La camiseta salió por encima de su cabeza sin problema.
    
    Me incliné a besar sus pechitos y lamer sus pezones. Pasé la lengua por sus depiladas y suaves axilas sin ...
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