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La vecinita transexual
Fecha: 02/07/2024, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... notar ningún sabor a sudor. Pero haciendole algunas cosquillas. Los dos jadeábamos de deseo. Ella tampoco paraba quieta y sus manitas sobaban mi torso y pellizcaba mis pezones. Pasó a lamer mi cuello y mi hombro. Metía la puntita de la lengua en mi oído, juguetona. - ¿Crees que tu hermana me dejaría algo de su lencería?. Ese body por ejemplo. ¿Crees que me sentaría bien?. - Te quedaría genial y no creo que le importara. Lo único que me reprocharía sería el no habértelo dejado ella y verte con sus prendas puestas. Seguro que eso le encantaría. Y algo más. - Otro día puedo hacerlo con ella, o con los dos. Ese algo más. Si que había salido juguetona la niña. - Así que le das a los dos palos. Esta vez le he ganado por la mano. - Muy seguro estás de eso. ¿No podíamos haber jugado ya juntas?. - Conociendo a mi hermana no me extrañaría. Pero eso no me lo imaginaba de ti. - ¿Y los dos?. ¿Quieres que mi hermana y yo follemos?. - ¿No me digas que teniendo a ese pibón en casa no has tenido tentaciones?. Por más morbo que me diera el querer contarle todo, lo de mis aventuras con chicos y el "dormir" con mi hermana de forma habitual cuando no teníamos otros ligues. No era el momento para explayarme. Así que lo dejé ahí. - Pues claro que he tenido tentaciones. Para entonces ya le había quitado la camiseta acariciando los costados de su torso según la iba subiendo. Sus tetitas quedaron a mi vista y al alcance de mi lengua. Gemía y suspiraba. Yo ...
... deseaba ver más. Más de lo que notaba pétreo apoyado contra mi duro nabo. Movía la cadera con suavidad incrementando el roce. No dejaba de lamer mi cuello, mis orejas y yo pude deslizar las manos dentro de su pantaloncito. Agarré sus duras nalgas con fuerza, amasándolas. - ¡Quitámelo!. - Recuérdame que no me vaya sin haberme probado el body. - Cielo, yo mismo te buscaré las medias para verte con eso puesto. Y si me dejas hasta te haré fotos. Se puso de pie frente a mí y bajé la escasa prenda por sus largos muslos. La polla dura, no muy grande, recta y bonita saltó frente a mí rostro. Una de las más bonitas que había visto hasta la fecha. Así que aproveché para inclinarme un poco y besar el glande. Retiré el pellejo que la cubría y pasé la lengua por todo el nabo, bajé por el tronco hasta los huevos. Los chupé y lamí, hasta los metí en la boca. - Yo tampoco sabía que se te diera tan bien jugar a dos bandas. Si sigues así me correré. - ¿Y eso sería un problema? Dámelo todo en la lengua. Y por cierto ya te lo contaré todo de mis aventuras. - ¡Me corro!. Así que seguí chupando y lamiendo la bonita polla hasta que dejó su semen en mi lengua. Estaba claro que le gustaba el morbo. Así que aún de pie delante de mí se inclinó a besarme y a compartir su jugo en un nuevo beso más lascivo que los anteriores. Más lengua, saliva y su lefa cambiando de boca y resbalando por mi barbilla hasta mi torso. Abrió mis pantalones cortos y tiró de ellos con fuerza. Como ...