Crónicas vampíricas (II) Los duques hacen trío con un siervo
Fecha: 04/07/2024,
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Sexo en Grupo
Autor: Aslam56, Fuente: CuentoRelatos
... puro.
A la semana, entró por la puerta de las paredes amuralladas de la Ciudad, un osado y ambicioso mercader de nombre Jeremías. Traía consigo al siervo Guillermo. En las calles de la ciudad vampírica, el comerciante escuchó por doquier, el premio ofertado a aquél que pudiera con el paquete. Después de un día de calcular sus probabilidades de éxito y ganancias apostó a lo grande. Habló con su siervo.
- Por años te instruí en la prostitución. Eres el mejor amante. Se nos presenta una gran oportunidad. Es tiempo de demostrar el por qué hombres y mujeres te han apetecido en demasía. Hay mucho oro de promedio. Si pasas la prueba de satisfacer a los Duques de la región, te daré el 50% de la ganancia. Piensa siquiera que en el futuro no tendrás que vivir bajo mi yugo. Serás libre ¿Dime si te conviene?
Guillermo, contestó de inmediato.
- Amo, sin duda, es conveniente pero fuera de los vampiros rojos, nadie de otra tribu puede acercársele, salvo que sea de buen título nobiliario y tú no lo eres. ¿Tienes algún plan?
- Si lo tengo, escuché decir a una compañía de guerreros que irían a espiar a los perecederos pues temen un levantamiento armado. Iré a la presencia del Duque a decirle que hace una semana comercialicé pieles con unos hombres que confesaron estar agrupándose las tribus bajo el mando de la familia Palavich con la intención de presentar en el futuro cara a nuestra raza. Las forjas según sus dichos no paran ni de noche ni de día en elaborar espadas, ...
... escudos, lanzas y variada armas. Que sus graneros están siendo repletados para aguantar años sin siembras. Con la suma de detalles me escuchará y de paso ofertaré tus servicios.
A la noche siguiente, al palacio, los dos sujetos se presentaron.
Aslam, escuchó con gran atención la explicación del mercader. Levantado del asiento señorial, ordenó a sus guerreros bajar a las planicies con la misión de quemar todo granero y forja. No debían dejar ganado ni herreros en pie. Luego se acercó a Guillermo. Lo notó moreno de buen físico. Dijo, al dueño.
- Jeremías, si tu siervo falla, los dos morirán.
Después dijo al joven.
- Estás consciente de la arriesgada tarea.
El raso, respondió.
- ¿En dónde está tu cama?
Aslam, sonrió y llamó a la Duquesa. Ésta, ordenó a sus siervos, dieran baño, perfume y prendas al valiente. Hecho lo anterior, el siervo, llevado fue a la habitación matrimonial. Con el permiso del cruel vampiro superior, el joven, dio un beso a la Duquesa. Fue buen comienzo. Aslam, cómodamente desde el lecho, observó cómo fue desabrochado el vestido de su esposa que cayó al piso dejándole los senos al descubierto. Las yemas de los dedos de Guillermo aprisionaron los duros pezones que a ella le hacían emitir pequeños gemidos. Al pene del nuevo amante le llevó la mano. Al tomarlo se hincó para chuparlo. Era tanto su afán que lo introducía hasta llegar a la garganta. El siervo, al meter y sacar en la cavidad bucal el miembro viril fue demostrando sus grandes ...