1. Pacto por el alma del contratante


    Fecha: 14/07/2024, Categorías: Bisexuales Autor: isralopez, Fuente: CuentoRelatos

    ... realidades antes de que nos diéramos cuenta de lo mucho que nos facilita el trabajo.
    
    Una chispa de entendimiento brilló en sus ojos y tomó una fotografía con su teléfono móvil. Dio un paso al frente, abriendo inadvertidamente su pentagrama, pero tan embobado en su pago que no se dio en cuenta. Daba igual; si esta realidad no estuviera protegida, podría haber tomado su alma con o sin pentagrama.
    
    -Y... ¿de lo otro?- dijo sonrojándose.
    
    Lo miré fijamente; por un momento entré en su mente, congelándolo. Tras unos momentos, encontré lo que buscaba: "El Manto de la Piedad". Nombre rimbombante que se le dio a la parte de la mente que limita la percepción. Un Fausto escribió sobre este manto hace más de un siglo, en un proyecto para normalizar nuestra naturaleza. Al final el proyecto no dio los frutos esperados, pero sé que su alma aun habita entre las estrellas más allá de la comprensión humana.
    
    Tras hacer un par de ajustes delicados, le devolví su albedrío. Para él, el tiempo no pasó (en realidad para nosotros tampoco, pero divago), pero ese momento que se brincó le cambiaría para siempre. Abrí sus sentidos, todos ellos. A partir de ahora, la música, la comida, los perfumes, el tacto de otra piel, llenarían su mente de gran placer. Este ajuste debe hacerse con cuidado o el cliente termina escudándose de todo placer para evitar llegar al extremo del dolor. En el año 666 uno de nuestros clientes escribió sobre ello. ¿O fue en 1666? Como dije, el tiempo es distinto para ...
    ... nosotros.
    
    "Envíame dos sombras". Demandé a mi asistente. Tras de mí, a ambos lados, dos portales se abrieron. Las nubes de oscuridad cobraron forma al poner un pie en esta realidad; de nuevo, El Manto protegía al cliente.
    
    Tan pronto se recuperó, pude ver su sorpresa. La sombra de mi derecha cobró una forma voluptuosa, caderas amplias y pechos enormes, casi un cliché. Su cabello negro y liso, su piel morena canela, y ojos gatunos ámbar (sería un error en una realidad sin chicas gato, en ésta, un plus que se podía explicar con cosplay y pupilentes).
    
    Fue la segunda sombra la que llamó mi atención: delgada, de formas muy delicadas, de piel muy blanca y ojos negros y enormes, cabello castaño ligeramente rizado. Pequeña, unos tres palmos más baja que la primera sombra, con unos pechos en punta que no competían con la generosidad de su compañera, pero que en su sutileza completaban un pequeño paquete de perfección.
    
    "Pero, que no era..." dijo mi asistente a quien callé con un gesto. "Es posible que me haya equivocado. Di al equipo que puede marcharse. Yo completo el caso." dije mentalmente. Pude sentir la presencia de los demás abandonándome.
    
    El cliente miraba sus sombras boquiabierto. Se preguntaba cómo es que tomaron justo la forma que él anhelaba. Es uno de los extras que definen a mi equipo. Mientras ajustaba su Manto, miré en sus deseos. Sus formas vinieron a mí. Con tiempo, el cliente sabría cómo cambiar su aspecto. Por ahora, "ellas" estaban frente a él, con ropas ...
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