1. Pacto por el alma del contratante


    Fecha: 14/07/2024, Categorías: Bisexuales Autor: isralopez, Fuente: CuentoRelatos

    ... sacadas también de sus deseos. Deseos poco originales, aunque sorpresivamente tampoco vulgares.
    
    Me fundí con la oscuridad de la habitación, dejando que las sombras tomaran el escenario. -Ellas estarán contigo siempre que las llames, eres libre de nombrarlas como quieras y te obedecerán en todo, pero cuidado: pueden morir y habrás de responder por ellas.- Esto no era estrictamente cierto; las sombras son entes menores que acompañan a los clientes, pero, una vez libres de su compromiso, regresan al cieno primigenio de donde las sacamos. No importa si mueren en una realidad o se termina el pacto. Esta mentira ha evitado que se haga mal uso de una sombra.
    
    -Te llamaré Ámbar.- dijo a la primera, que sonrió mientras se acercaba. -A ti te llamaré Ariel.- Dijo extendiendo la mano a la segunda. Ámbar, ataviada en un vestido de noche, con lencería no tan delicada por debajo, jaló la mano del cliente para reposarla en el nacimiento de sus nalgas, mientras pegaba sus pechos amplios al pecho de él. Por su parte, Ariel, mas casta, aunque con una falda tableada algo corta, una playera pegada que marcaba sus pezones erectos, pasó el brazo del cliente sobre sus hombros y escondió su cara en el cuello de él.
    
    Este momento, el primer contacto, con los nuevos sentidos abiertos, con el olor de ellas, la humedad de sus pieles, el contacto crudo y animal, había hecho desmayar a más de un cliente, pero en éste, una notoria erección fue la única respuesta visible. Y fue la única, porque él no ...
    ... movió un sólo músculo. Se quedó congelado por varios segundos antes de que Ámbar tomara el control.
    
    Ámbar tomó la túnica del cliente, deslizándola de sus hombros, dejando su torso desnudo. Delgado, lampiño, casi sin músculo visible, tembló al sentir los labios de Ámbar besar justo debajo de su pezón derecho. Un suspiro marcó el regreso a la realidad del cliente.
    
    Hábilmente, Ámbar desabotonó el pantalón, bajando hasta acuclillarse. Sobre un bóxer enhiesto, depositó un beso que dejó marcado el labial rojo en una zona oscura de líquido pre seminal. Miró al cliente y habló por primera vez. -¿Sigo?- dijo mientras acariciaba los muslos del cliente, quien apenas pudo gesticular su asentimiento. Arriba, Ariel besaba su mejilla mientras se acurrucaba en un abrazo.
    
    Ámbar tomó el bóxer bajándolo poco a poco. Recorrió con su lengua el punto donde el resorte dejaba paso a la piel, cada vez más abajo, y se detuvo un momento que se antojó eterno en la base del pene de él. El cliente se tensó en anticipación mientras Ariel iba besando su cara cada vez más cerca de su boca.
    
    En el momento en que él estaba en el punto más alto de su espera, Ámbar bajó el bóxer de golpe, liberando su verga que se levantó de golpe y fue atrapada por la boca de ella, quien la guardó hasta el fondo de su garganta en un solo golpe; el cliente abrió la boca enorme jalando aire ante la oleada que lo embargó. Ariel atrapó su boca justo en ese momento metiendo su lengua en la boca de él. Con el pecho a punto ...
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