1. Rosi


    Fecha: 16/07/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: rafacal, Fuente: CuentoRelatos

    ... y en sus descripciones de aventuras sexuales; además, recordé haber oído alguna historia relacionada con la pregunta de Rosi.
    
    Ella, haló mis manos hacia abajo, con la intención de acercar mi cara. Así lo entendí, por lo tanto, terminé de rodillas frente a su cuerpo. El duro piso no lastimó en absoluto mis rodillas, pues estaba hipnotizado por la proximidad de mi primer coño.
    
    −¡Cómeme Rafa, no me hagas esperar! −ordenó con decisión.
    
    Obedecí su orden, aunque te confieso, querido lector, que no sabía qué hacer. Me aproximé a ella y creo que mis cinco sentidos fueron los que me guiaron a continuar con mi misión.
    
    La Vista de aquel enorme coño a pocos centímetros de mi boca, mi Olfato detectando el fuerte y maravilloso olor de sus jugos vaginales, mis manos sobre sus caderas deleitando mi Tacto, el Oír sus apasionadas quejas y expresiones y por último el Sabor de aquel delicioso manjar, obligaron a mis labios y mi lengua a atacar casi con rabia, aquella parte de su cuerpo que ella me brindaba gustosa.
    
    −¡Ay qué rico, ay qué rico, ay qué rico! ¡Me gusta, ay qué rico! ¡Quiero más! ¡Quiero más Rafa! ¡Cómeme!
    
    Después de unos minutos, sentí su fuerte corrida. No sé cómo completé mi importante misión, pero mentalmente agradecí las historias de varios amigos, así como el consejo de Raúl y también a mis cinco sentidos.
    
    De inmediato oí −¡Cógeme Rafa, méteme la verga!
    
    Su orden me atemorizó, pues lo más cercano que había estado a hacer lo que se me ordenaba, habían sido ...
    ... sólo eróticos pajazos, en mi cama o en uno de los baños de casa, después de estar con alguna amiga, detrás del estadio de la universidad.
    
    Me incliné sobre Rosi y la besé con pasión en la boca por algunos minutos, tratando de adquirir el impulso mental requerido, para mi segunda misión del día. Pero sabía que era mucho para un inexperto como yo; dicho y hecho, tomé mi verga con decisión y la empujé una y dos veces. Estas fueron suficientes para sentir mi primera explosión dentro de una mujer. Me había venido y creo que no duré ni quince segundos.
    
    −¡Qué pasó Rafa! ¿Terminaste? −preguntó Rosi con sorpresa−. ¿Es tu primera vez? ¿Eres inexperto?
    
    −¡Nooo Rosi, cómo se te ocurre decir eso, lo he hecho muchas veces! −contesté de inmediato−. Mi única explicación es que te deseo inmensamente.
    
    Sin embargo, nunca le confesé que fue mi primera experiencia. No me avergüenzo querido lector, de habértelo revelado a ti, pero te cuento que, hasta el día de hoy, a través de tantos años, he gozado de multitud de coños, de todos los colores, sabores, tamaños, flojos, apretados, peludos, muy peludos, afeitados, nacionales, extranjeros, de muchas nacionalidades, jóvenes, muy jóvenes y viejos, muy viejos.
    
    Pero recuerdo a Rosi… con cariño, pues la seguí viendo por varios meses. Comparándola con las chicas de la universidad, ella no decía −¡Rafa, no lo hagas! ¿Quien crees que soy? ¿Crees que soy una puta?
    
    Por el contrario, Rosi decía −¡Rafa, hazlo! ¡Dame duro! ¡Hazme tu puta!
    
    Ella ...
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