1. Detrás de las redes


    Fecha: 16/07/2024, Categorías: Gays Autor: Elegos, Fuente: CuentoRelatos

    ... dinámica. He de reconocer que, tal y como él decía dos activos se pueden divertir juntos. Un día, me llamó por teléfono, sus padres habían tenido que salir de viaje y tenía la casa para él solo. El coche está muy bien, pero una cama es una cama. Cuando me abrió la puerta de su casa solo llevaba puestos unos calzoncillos blancos de Calvin Klein. Ver su cuerpo perfecto, casi desnudo, caminando delante de mí, reavivó un deseo que pensé que estaba ya olvidado. Tenía el culo más maravilloso que yo he visto jamás. Tenía que ser mío. Entró en una habitación, se tumbó en la cama boca arriba, se quitó los calzoncillos y me los tiró. Yo los cogí al vuelo y los olí con deleite. Me quité la ropa rápidamente y me dirigí hacerle la mejor mamada posible.
    
    Ese día usé yo con su polla todo lo que él me hacía y pareció funcionar, en un momento dado mientras le comía los huevos, empecé a besarle el perineo. Mientras le pajeaba con ganas llevé mi lengua a su ano. Eso lo hizo gemir. Cuando todo su agujerito estaba húmedo, metí un dedo. Mi otra mano no dejaba de pajearlo con ganas para que no bajara la excitación. Volvía meterme la polla en la boca mientras mi dedo se follaba su agujerito. Gritaba y chillaba de placer, así que introduje dos dedos.
    
    De repente, un pensamiento cruzó su mente y me dijo que parase. Tuve que hacerlo. Creo que me estaba insultando o algo, yo no le escuchaba, estaba solo oliendo mis dedos que olían a gloria. De repente me empujó, para llamar mi atención porque se ...
    ... dio cuenta de que estaba como ido.
    
    Estaba enfadado, pero me di cuenta de que su polla seguía dura. Me acerqué a él de forma cariñosa, le di un par de picos y le cogí la polla con la mano. Se relajó un poco y se tumbó en la cama, de forma que tenía las piernas abiertas y yo allí. Me moví rápido y puse la punta de mi polla contra su agujero. Abrió los ojos como platos y me preguntó: —¿qué coño haces tío?
    
    —Voy a violarte, aunque viendo lo dura que está tu polla, es justo lo que deseas.
    
    —Y una mierda, sal de encima o me cabreo
    
    —¿De verdad? —pregunté, de forma sincera y con cara de pocos amigos
    
    —Sí
    
    —Vale —dije yo y empecé a moverme
    
    —No, pero no te vayas, joder
    
    Y volví a colocarme en la misma posición y con mi mano volví a colocar mi polla en su agujero. Esta vez no dijo nada, volví a cogerle la polla que seguía dura y empecé a pajearlo. De vez en cuando cogía saliva y la ponía en su agujero, mi polla estaba chorreando también precum. Entonces, solté su polla y me dejé caer sobre él, entre sus piernas y con mi polla encañonando su agujero.
    
    —¿Qué quieres que seamos novios y eso, Marica de mierda? —me preguntó con un fingido odio.
    
    —Eres tú el que tiene una polla a la entrada de su culo y está deseando que entre.
    
    —Eres un puto violador.
    
    —Dime que pare, solo dilo.
    
    El silencio se hizo tan espeso que se podía cortar con un cuchillo. Su cuerpo estaba todo en tensión, hasta temblaba, pero su polla seguía dura, me estaba taladrando la barriga. Nuestras ...