1. Mi casa de playa (4)


    Fecha: 19/07/2024, Categorías: Infidelidad Autor: verosoto, Fuente: CuentoRelatos

    ... introdujo su lengua.
    
    Yo estaba en 4 lamiendo la cuca de mi vecina, bastó sentir la lengua de aquel macho en todo lo que era mi culo para alcanzar un nuevo orgasmo… eso hizo que acelerara mis chupadas en la vagina de mi amante, ella me pidió que subiera una mano hacia sus senos y las apretara, hasta que acabó delicioso... Sus jugos vaginales sabían a gloria, pero ya yo deseaba un pene dentro, no aguantaba más... Así que le pedí al hombre que me penetrara, al voltear ya estaba desnudo y observé un miembro hermoso, grandísimo y grueso, así que exclamé:
    
    -¡Diosss, es grandote! Qué bello pene tienes... La forma, grosor, tus testículos... ¡Es un espectáculo que invita a comérselo!... Disculpa vecina... - me dio luego algo de penita con ella mi admiración por aquella verga tan hermosa.
    
    -Haha, tranquila amor, te entiendo... Su verga es realmente una ricura y es perfecto... Ya verás el cúmulo de sensaciones que te dará... - dijo mi vecina con voz quebrada por el placer que la embargaba y sin inmutarse por mis alabanzas hacia la virilidad de su marido.
    
    Me acosté y en posición de misionero el vecino me lo metió, tan sólo sintiendo la primera estocada tuve un orgasmo explosivo e inició sus mete y saca grandiosos... Mientras, la chica se dedicó a besar y lamer mis senos, aquello era espectacular, yo estaba en el éxtasis más grande de mi vida y tuve otros orgasmos; el sentir aquel miembro majestuoso dándome tantas descargas de placer más a mi vecina haciéndome todo aquello ...
    ... era algo majestuoso, placer por todos lados...
    
    Al rato, él me lo sacó, se puso entre ambas y nos dedicamos a mamárselo como poseídas, era algo que hacíamos con sincronización como si hubiésemos ensayado hasta que sobrevino una descarga de semen abundante que las dos tragamos, compartimos, nos besábamos con las boquitas llena de leche ¡Qué locura tan sabrosa!
    
    -Mmmmm, qué rico todo esto... - decía yo entre gemidos y balbuceos.
    
    -Sí, lo mejor que he experimentado... ¡Ambas son una divinidad! - comentó el esposo de mi vecina.
    
    -Es que nuestra vecina es fabulosa, vaya atino que tuvimos con ella...
    
    Nos acostamos los tres, él en medio y comenzamos a darnos besos, caricias hasta que el guevote del macho volvió a erguirse. Ella se sentó sobre aquel soberbio mástil y empezó a moverse, yo me besaba con el hombre, luego lamía sus tetillas, subía hacia sus orejas, cuello, hasta que subí a darle besos a ella y lamer sus tetas hermosas, así estuvimos un rato hasta que ella acabó, mientras que el caballero me hizo poner mi cuca, sentadita sobre su boca y empezó a chuparme, sacándome al ratito otra venida riquísima. Mi vecina extenuada, se bajó de cabalgar a su macho y le ordenó a él:
    
    -Ahora cógete a la vecinita por el culo, anda...
    
    -Ok, ¡si es de su agrado...! - dijo su esposo - Y por cierto, cómo te llamas preciosa?
    
    -Verónica, me llamo Verónica... Y claro que será de mi total agrado y gusto que me cojas y hagas tuya por atrás, ¡me muero de ganas! - dije con sonrisa de ...