1. Infiel por mi culpa. Puta por obligación (7)


    Fecha: 26/07/2024, Categorías: Grandes Relatos, Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... no me aparta su mirada. Es extraño, pero su rostro no expresa señales de asombro, aunque si percibo en el café de sus ojos, nacientes halos de melancólica humedad.
    
    — ¡Salud! –le digo a mi esposo y él me mira. – Pero Camilo, mi vida… Voy a brindar primero por mí, al encontrar en ti al hombre de mi vida y en segundo lugar, por ti. Por hacer tan feliz durante todos estos años, a esta mujer que ahora tienes al frente de ti. ¡Tu mujer! —Yo levanto la copa y bebo, sin dejar de observarlo. Camilo no me copia la idea, no me sigue el brindis y por el contrario, acciona su zippo plateado y da fuego al cigarrillo, que hasta ese momento se había librado de quemarse, aspirado por su boca. Eso me entristece, sí. ¡Al parecer a mi esposo le importa muy poco lo que le acabo de decir!
    
    — ¿Pero cuál mujer de todas? ¿Aquella que por años me fue fiel? O… ¿La que me puso los cachos con el hijueputa ese? ¡Cuál, Melissa! ¿Dime por favor a quien de ellas tengo ahora frente a mí? —Mariana permanece muda, llevándose eso sí, la mano izquierda a la frente cubierta con algo de sudor.
    
    Bebo otro sorbo, esta vez uno corto, pues recuerdo la recomendación de Kayra. Me levanto y con tres pasos, me planto muy cerquita de ella, que al verme deja de balancearse. Estiro mi mano y le alcanzo el cenicero, aunque me importe poco que la ceniza de su cigarrillo se estrelle contra el piso y mejor presto mayor atención al roce de sus rodillas cubiertas por la tela, contra mis piernas.
    
    — ¿Sabes, Melissa? Eras mi ...
    ... prioridad y quien le daba sentido a mi vida en todo. Nunca te falté al respeto, te entregué sin dudarlo mi corazón y toda mi confianza. Tuviste siempre mi atención, jurando estar de por vida a tu lado. Celebré tus ocurrencias de niña consentida con abrazos y sin reparos. Valoré la madurez con la que expresabas tus sueños y tus metas, eso siempre me encantó de ti. –en el rostro de Mariana se divisa la turbación y algo de desconcierto. – Te brindé la seguridad de que haría lo que fuera para que obtuvieras en tus noches y tus días, la felicidad más absoluta que toda mujer merece y sueña. Nunca tuviste quejas de mi lealtad, ¿o me equivoco? —Mariana niega con el movimiento de su cabeza, dándome la razón.
    
    —Melissa, mutaste en otra persona. Una mujer mentirosa y manipuladora. ¡Una completa desconocida! Y sí, tuve mucha culpa al no pedirte que… ¡No! La verdad es que debí haberte exigido que renunciaras y te quedaras en casa. O que buscaras otro lugar para trabajar. Por supuesto que me siento culpable de acabar con nuestro hogar. —Sé que mis palabras la hieren, pero es que para mí...
    
    —Eras tú, mi mundo y mi diario apoyo. –continuo hablándole sereno y sin moverme. – Aprecié toda la paz que con tu compañía me brindabas. Esa si es la mujer mía. La que amé, la única que he amado. ¿Era esto lo que querías escuchar de mí? ¡Pues ya está, hay lo tienes! —Mariana permanece callada, aceptando resignada mis planteamientos y aspira de forma tan apresurada su cigarrillo, que no se da cuenta ...
«12...567...13»