1. Infiel por mi culpa. Puta por obligación (7)


    Fecha: 26/07/2024, Categorías: Grandes Relatos, Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... tan bien.
    
    Con cuidado de no echarme encima el trago, me pongo en pie y camino hasta la mesa. Otro cigarrillo saco de la cajetilla, pero no voy a encenderlo, tan solo lo sostendré entre mis dedos para disimular los nervios. Por la ventana de la sala, se escapan los pegajosos sonidos jamaiquinos del reguetón «Con Calma» de Daddy Yankee y Snow, la canción de moda que Natasha se empeñó en enseñarme a bailar, y que yo me gocé en varias rumbas junto… Junto a él. ¡Incluso una vez ante la presencia de mi disgustado esposo!
    
    — ¿Por qué dices que ellos dos tiene la culpa de todo esto? ¿Acaso que hizo Eduardo de mal? Tan solo me llamó para avisarme que en la empresa donde trabajaba, buscaban a un arquitecto que se hiciera cargo de concluir un proyecto que el anterior había dejado a medias a causa de una enfermedad. —Cuestiono a Mariana que parece estar elevada recordando algo pero al escucharme, dirige su maquillada mirada, –iluminada por el sol de este medio día– hacia la sombra refrescante donde estoy medio recostado, para explicarme con calma…
    
    — ¡Todo! Mi cielo. Ese asqueroso me… Chantajeó. Pero no me voy a adelantar pues todo tiene un comienzo y necesitas saberlo mi vida, pero en orden hasta el final, como te gusta y como debe ser. —Y sin que Mariana lo perciba, a pesar de estar casi al corriente de todo, escucharlo de su boca con seguridad sé que me va a lastimar.
    
    —Como bien dices, tú y yo lo hablamos, aquí mismo. ¿Recuerdas? — Ahora sí le doy fuego al cigarrillo, bebo ...
    ... hasta el fondo vaciando mi copa y decido que es mejor sentarme en la segunda escalinata, antes de continuar.
    
    —Sopesamos los pros y los contras e insistí en que era bueno para tu desarrollo profesional, volver a nuestra casa en Bogotá e integrarte en esa constructora. Otro cambio para nuestras vidas pues aquí ya habíamos pasado un año largo y a mí, me hacía falta mi familia y el ambiente de la gran ciudad. —Veo como Camilo se me acerca, inclina la botella de aguardiente y al servirme derrama un poco mojándome la mano. ¡Pobrecito! Es que continua nervioso y por eso le tiembla el pulso.
    
    — ¿Dónde estuvo lo malo, Melissa? Regresamos y nos organizamos de nuevo. Empecé a trabajar a mitad de diciembre y tú pudiste pasar las festividades junto a tu madre y tus hermanos. Mateo estaba feliz, tú también y yo igual de verlos a ustedes dos tan contentos esa navidad. ¡No entiendo que te pareció tan mal! —Le respondo y con cuidado paso por un lado, subo los escalones para recoger de la mesita de madera un cigarrillo y el cenicero. Me doy la vuelta y decido acomodarme al lado izquierdo de Mariana, pero un escalón por arriba.
    
    Observo como la parte posterior de su vestido, me permite apreciar la parte alta de su espalda desnuda y bajo el contorno recto que forman sus cabellos sobre la nuca, unas vertebras más abajo, tatuados asoman los pétalos de la flor de Liz con la cual una noche se me apareció, así como si nada.
    
    Que ganas de acariciar a dos manos, la nacarada suavidad de su piel ...
«12...789...13»