1. Verano del 84 (Capítulo 2)


    Fecha: 26/07/2024, Categorías: Primera Vez Autor: Flyer, Fuente: CuentoRelatos

    ... en traje de baño. No me había parecido tanto - Mentí.
    
    - Quizás la ves pronto. Seguro viene a pasar unos días.
    
    - Igual Susi, aprecia lo que tenés. Tu cola es para el campeonato. Perfecta. Es más, no sé cómo no me mostraste ese ángulo antes en nuestros encuentros. A la siesta de quiero tirada así, pero sin la tanga mientras nos pajeamos.
    
    - Jaja. ¡Dale!
    
    El almuerzo se hizo interminable, como las “maniobras elusivas” hasta las dos de la tarde, la hora de continuar. Empezamos como siempre, pero claro, y casi no me tocaba porque explotaba.
    
    - Dale, quiero ver tu cola y tu espalda - Me puse de pie y me paré al lado de la cama - Vos acostate boca abajo y yo sigo parado.
    
    Se sacó la remera, y se tendió, levemente girada de espaldas a mí, para poder acceder a su concha con su diestra. Comenzó a pajearse, entre sus piernas levemente separadas veía sus dedos frotando el clítoris, y gemía suavemente, moviendo rítmicamente su pelvis hacia adelante y atrás, y podía apreciar sus glúteos tensarse y aflojarse sincrónicamente. Una imagen divina. Apenas me podía tocar. Cualquier mínimo roce me llevaba al borde. Esperé así unos minutos, hipnotizado, con la verga rígida como un acero al rojo vivo. Y en un momento me sentí acabar. Mi mente trataba de controlarme, ya ni siquiera me estaba tocando. Me concentré, respire hondo, pero pequeño pero contundente chorro de semen me salto incontenible. Y la catástrofe: las gotas aterrizaron en la parte baja de su espalda y alguna más al ...
    ... inicio de su raya del culo. ¡La cagué!, pensé. El acuerdo era cero contacto físico y la acabo de cagar… Pero lo que siguió no tuvo nada de eso. Lejos de enojarse, dejó de respirar, su cuerpo se tensó, dio un largo y contenido gemido, y tembló con el orgasmo más fuerte y prolongado hasta el momento. Tan largo que yo alcancé a tomar mi verga, y pajearme hasta dos fuertes eyaculaciones más, que fueron a dar en el mismo sitio. Hasta hoy en día no sé si el mío fue un orgasmo, o dos, o uno largo. Rara vez volví a sentir lo mismo, aunque más tarde leí que a veces los hombres podemos tener una eyaculación parcial sin acabar. No sé.
    
    - No fue a propósito. Estaba tan caliente que me saltó sola. ¿Estás enojada? - ya era evidente que no.
    
    - No, no…
    
    - ¿Acabaste así al sentir mi leche? - Asintió con la cabeza. - Esperá que busco una toalla y te limpio.
    
    - No… esparcímela como si fuera una crema…. - mientras se ponía un dedo en la espalda y levantaba un poco se semen, palpándolo con curiosidad.
    
    Mas que esparcirlo, la comencé a masajear con el como si fuera una loción, con ambas manos. Ella volvió a pajearse, y a moverse rítmicamente contra el colchón, y mi pija volvió a su máxima dureza, si es que la había perdido.
    
    - Otro Susi, ¿no?
    
    - ¡Si claro, otro! - entre suspiros.
    
    Tomamos ritmo en la misma posición, con el habitual in crescendo de suspiros y jadeos.
    
    - No te veo Jojo. ¿estas cerca? porque yo sí.
    
    - Tranqui Susi, yo te veo y te sigo. Cuando quieras, te estoy ...