1. Mi novia Lena y el señor K, su jefe


    Fecha: 29/07/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Jano, Fuente: CuentoRelatos

    ... un par de tallas menos que le marca mucho el pecho y una faldita plisada tipo colegiala, de cuadraditos rojos y negros, tan corta que casi muestra las braguitas blancas sexis que apenas le cubren el sexo. Las medias negras hasta medio muslo completan toda su breve vestimenta. Se ha estado maquillando durante más de media hora. Se ha propuesto que el señor K se fije en ella y a ver si, poco a poco se van conociendo y… bueno, con el tiempo, quizá… nunca se sabe. Cuando la veo así vestida no puedo evitar decirle que cómo va a ir así a trabajar y ella me dice que en el estudio hace mucho calor y que no me preocupe, que se pondrá el abrigo largo para ir por la calle. Se va y me dice un adiós frío y ni un besito ni nada.
    
    - Le traigo yo los planos al jefe, no te preocupes! – y Lena llama al despacho del señor K y desabrocha un par de botones de su blusita.
    
    - Adelante, Sofía!
    
    - No soy Sofía, señor K. Soy…
    
    - Ah, bien, bien… deje los planos ahí, encima de esa mesa. Gracias!
    
    - Señor K… perdone usted…
    
    - Tengo mucho trabajo, señorita…
    
    - Soy Lena, señor.
    
    - De acuerdo, señorita Lena… qué quiere?
    
    - Bueno, sólo quería decirle que… estoy muy feliz de trabajar en su estudio de arquitectura.
    
    - Bien, bien – por fin levanta la cabeza y mira a mi novia – Eso me gusta. Que la gente trabaje a gusto y con ganas.
    
    - Si usted desea algo… sólo tiene que pedirlo.
    
    - Claro, claro… - el señor K se sorprende de la belleza de mi novia y de su atrevimiento al ir vestida así. ...
    ... Pues mire, señorita…
    
    - Lena, Lena Sala y Fontibre, para servirle en lo que usted desee.
    
    - Señorita Sala…
    
    - Lena, por favor, llámeme Lena.
    
    - De acuerdo, Lena… veo que viste… digamos que, bueno, muy elegante. – mira descaradamente el pecho de mi novia, que no puede evitar ruborizarse.
    
    - Gracias, señor K!
    
    - Mire, hágame un favor… ordéneme unos documentos del cajón de ahí delante, del de abajo de todo.
    
    - Sí, sí, y tanto, señor K, enseguida! – y mi novia le da la espalda y se pone en cuclillas educadamente para abrir el cajón.
    
    - No, no, Lena. Si quiere complacerme, simplemente ordene los documentos inclinando su espalda.
    
    - Oh, cómo? Pero… -ella se da cuenta que de esa forma, con la pequeña faldita, enseñará todo el culo a su jefe.
    
    - Algún problema, Lena?
    
    - Eh, yo… - la situación le avergüenza y al mismo tiempo le pone cachonda.
    
    - Venga, Lena… abra el cajón… o váyase!
    
    - No, no, por favor… ordeno esos papeles… no hay problema! – piensa que es la oportunidad para que el señor K se fije definitivamente en ella, inclina su espalda y sabe que en ese momento ya descubre sus nalgas y sus minúsculas braguitas y nota que las humedece con su flujo. – Oh, pero, aquí en ese cajón no hay... documentos… oh! hay...
    
    - Cierto, Lena. Tome uno y tráigamelo a mi mesa.
    
    - Pero si son…
    
    - Coja el que prefiera y tráigamelo a mi mesa, Lena. Si no, ya puede salir de mi despacho.
    
    - No, no, ya le llevo… no sé…
    
    - Venga, Lena. Coja el que desee, porque es para ...
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