El gusto por el sexo con mi primo Nacho
Fecha: 31/07/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Caprice, Fuente: CuentoRelatos
... querido―, antes de desaparecer dentro de la cabina.
Regresa unos segundos después con un rollo de cuerda de nailon. Yo no esperaba tanto, pero me ata con ella las muñecas a los extremos de dos radios opuestos. Hace lo mismo con las rodillas en los dos radios inferiores. De este modo, quedo dándole la espalda con los brazos y las piernas bien separados.
―Ya no puedes echarte atrás, pequeña morbosa ―anuncia al tiempo que tira de mis caderas para dejarme con el culo a placer―, porque voy a follarte sí o sí ―añade colocando el glande en la entrada vaginal.
Comienza a penetrarme despacio y termina de un empujón llegando por la mitad.
―Ahora que caigo, no hemos hablado de condones ―suelta cuando, aferrado a mis caderas para embestir con mayor violencia, me pega una follada de campeonato.
―Si tuvieras algo raro, entiendo que me lo hubieras dicho. Serías un primo muy cabrón si lo ocultaras ―respondo entre gemidos y jadeos apresurados―. Por otro lado, no he dejado de tomar la píldora cuando terminé con mi novio hace medio año.
Empieza a gustarme esto de hablar mientras me folla. Sin embargo, ahora mi cansancio supera con creces el placer.
―Deja que te la chupe un rato ―le propongo con intención de que me desate para poder descansar―. Me pone mucho chupar una polla después de pringarla con mis jugos.
Lo hace, me toma de la mano y tira de mí en dirección a proa. Allí se sienta en el escalón formado por la cabina sobresaliendo por encima de la cubierta. Yo no ...
... contaba con tener que arrodillarme, pero lo hago sentada sobre los talones. Así, tomo la polla con la mano derecha, le miro a los ojos y lamo el calvo durante unos segundos. Luego bajo a los testículos, abarco uno con los labios, luego el otro, continúo lamiendo la cara inferior del miembro, y termino succionando el glande varias veces, antes de practicarle una buena mamada sin apartar mis ojos de los suyos. ―Así descubro lo que le gusta y lo que no a quien recibe la felación―.
―Me encanta el sabor salado de una polla ―aseguro en plan zorra, mientras le sujeto la polla con la mano izquierda, y describo círculos en la cabeza con el índice de la otra―. Mucho más si conserva el regusto de mis jugos. Nunca me he comido un coño, pero si sabe tan delicioso como el mío, no descarto hacerlo en cuanto se presente la ocasión.
―Yo he comido algunos y me encanta hacerlo ―afirma Nacho.
Entiendo cuál es su deseo y le pido que se levante para intercambiar las posiciones. Recostada apoyándome con los antebrazos, tengo que abrir las piernas para que pueda meter la cabeza entre ellas, pero al menos puedo apoyar los pies y la posición no implica mayor esfuerzo. Primero, abre los labios vaginales con los dedos y arrastra la lengua varias veces por la raja. Finalmente se detiene en el clítoris y me deleita con vibraciones de la lengua, al tiempo que me folla el coño con tres dedos. Después de unos cinco minutos dale que te pego, levanto su cabeza, le pido que saque los dedos y agito ...