1. Fuegos de Pasión III


    Fecha: 23/10/2018, Categorías: Gays Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    ... alguien más.
    
    Seba, como siempre noble y caballero, estaba arriesgando su vida por alguien desconocido. No obstante, al acercarnos Dani soltó un grito y no me dejó acercarme más, porque según dijo esa persona estaba desfigurada.
    
    Seba, sólo nos vio llegar, pero ocupado como estaba no reparó en que Dani no me dejó ver quién era, solamente se acercó y habló como si estuviéramos al tanto de la situación, diciéndonos que lo había encontrado mientras la ciudad se incendiaba, que sus pulmones se resintieron con tanto humo y que ahora tenía fiebre, pero que estaba seguro, por sus estudios de medicina, que Rafa estaría bien.
    
    Justo en ese momento reaccioné, ¿Rafa? ¿MI Rafa? Tuve que correr y al menos asegurarme de besarlo una última vez, pero Seba no sólo era un excelente músico, también era un excelente médico y lo demostró, porque mi Rafa estaba despertando, así que además de estar bien lo primero que vería sería a mí, no sé cómo hice para procesar todo tan rápido, pero lo logré y tomé una decisión, besarle nos viera quien nos viera, no me importaba, era el amor de mi vida y venía de enfrentar a la muerte, así que no lo recibiría con un frío apretón de manos, que piensen lo que quieran, si los pocos que nos verán estarán muy ocupados en sus propios asuntos.
    
    Y lo hice, papá, en público me atreví a besar a Rafa, es cierto que nadie nos vio y los pocos que nos vieron jamás nos reconocerían, pero lo que vino después no creo que lo toleres, así que seré breve: Seba había ...
    ... hecho una especie de rancho que era donde estaba Rafa, no había reparado en el techo porque en medio del susto nada me importó, podía volver San Miguel Arcángel a luchar con el Demonio que no me habría dado cuenta, mi vida entera pendía de un hilo, pero un hilo fuerte como el acero, que no cedió al final de cuentas. Así que pronto me di cuenta que Seba había encendido un fuego para mantenerse calientes él y mi Rafa, era necesario evitar una pulmonía, sobre todo en mi Rafa. Pronto estuvimos comiendo unos peces que Seba había pescado y que Dani cocinó con espléndida maestría, como siempre, esa chica sí que sabe cocinar, podría vivir con ellos sólo por comer lo que ella cocina todos los días.
    
    Olvídalo, papá, sé que vivimos juntos, así que debes estarte riendo en este momento. En fin, al día siguiente tomé un carruaje y los llevé a New York, no pensaba dejar que el desastre que era Chicago impidiera que los viera un buen médico y como la familia tiene un buen nombre, lo conseguí, nos atendieron de inmediato en el Long Island College Hospital, recién inaugurado y con los mejores médicos disponibles en el momento, Seba sólo tenía agotamiento y falta de un buen baño que lo relajara y le ayudara a descansar, pero Rafa si requirió un poco más de vigilancia por sus antecedentes de problemas respiratorios, pero incluso le repitieron las pruebas y se descartó que tuviera tuberculosis o algo similar.
    
    Estuvimos una semana en el hospital, los médicos querían asegurarse de que todo estaba ...
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