Fuegos de Pasión III
Fecha: 23/10/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos
... recibimos dos cartas, una de Fran y otra de mi padre: mi padre decidió, por su cuenta, adoptar a Rafa, decía en la carta que así no fingiríamos ser hermanos y que además, eso nos daba un vínculo legal que ninguna otra pareja como nosotros tenía, y es curioso que usara esa frase, “una pareja como nosotros”, porque la verdad es que no hay una palabra que nos defina, no somos normales, hombre y mujer, pero no por eso dejamos de ser pareja, bueno, no le daré más vueltas al hecho importante, que amo a Rafa.
Por otra parte, mi hermano Fran nos enviaba el dinero correspondiente de nuestras empresas y un dinero extra, dijo que era el pago del despido de Rafa, que para él ahora entraba en la sociedad como mi esposo (me encantó como sonaba eso en la carta y lo que más me gustaba es que lo dijera mi hermanito Fran) y no era más un empleado, por lo que había que despedirle y pagar la indemnización correspondiente. Cómo lo calculó, ni idea, porque normalmente en esta época no se paga nada, así que estoy seguro que mi hermano nos mandó sus propias ganancias, que lo del despido de Rafa era un mero pretexto, en fin, mi hermanito se lo ganó, Rafa con ese dinero puso una panadería, que era su sueño, yo me dediqué a administrarla y apoyarle en todo, así que con las primeras ganancias compramos un hermoso bastón con incrustaciones de plata en el mango y un sombrero de copa, como sé que le gustan, con hilos de plata y se los enviamos por medio de Seba como agradecimiento.
No sabíamos cómo ...
... agradecerle a papá, así que sabiendo lo religioso que era le compramos un relicario y una indulgencia para él y mamá y se las enviamos por correo, de nuevo con Seba como intermediario. Nunca nadie supo donde vivimos mi esposo y yo… hasta ese día. Imagino que tu madre te lo habrá contado, mi única hermana, mi linda Alicia, que yo siempre le dije Ali, el 31 de diciembre de 1899 se apareció en nuestra casa, con tu padre y contigo, eras un pequeño entonces, mi buen César, eras un niño de unos 6 o 7 años y tu madre simplemente nos dijo que ya todos estábamos grandes como para poder cenar juntos en Año Nuevo (yo tenía 60 años, Rafa 58 y tu madre estaba cerca de los 50, tu padre era el más joven, con 42 años) y que había seguido a Seba y Dani, que venían todas las Navidades, después simplemente se quedaron en un hotel cerca de la Catedrale y esperaron que se fueran para no hacer mucho bulto en casa, pero bueno, ya estaban aquí, les invitamos a pasar con nosotros (no era para menos, habiendo llegado a las 5 de la tarde), lo malo fue lo que vino después: tu padre bebió demasiado y terminó en el fiume, tu madre murió tratando de rescatarlo.
La Polizia nos permitió cuidarte, papá y mamá ya habían muerto, habíamos ido a sus funerales, pero nadie nos reconoció, así que Fran se hacía cargo de todo y le iba de maravillas, pero como hermano mayor me tocaba tomar la decisión, así que le revelé a Fran nuestra dirección y me dijo que ya la sabía, que lo había sabido siempre porque Seba no le ...