Sin querer queriendo
Fecha: 08/08/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos
... excitaba, observar a las damas vestidas de esa manera en las películas porno, una cosa era verlo y otra diferente hacerlo. Pero, había que probar, a ver si daba resultado el cambio de comportamiento.
Se llegó el día en que ella, finalmente, se atrevió a comentarme que estaba con unas ganas locas de estar con un hombre y que, de pronto, era la oportunidad que estábamos buscando. Bueno, había dicho yo, pero no es solo las ganas, sino que arranques insinuante y decidida, si de verdad hay la intención de llevar a cabo la aventura, que no es otra cosa que acostarse y tener sexo con un tipo que no sea yo. Sí, había dicho ella, lo sé. Pero una cosa es pensarlo y decirlo y otra cosa es enfrentarse a la realidad.
Ella es muy conservadora y, no obstante que se había definido que había la intención, aparecieron consideraciones de última hora, dimes y diretes, dudas e incertidumbres. Sin embargo, tal vez por no defraudarme, accedió a que saliéramos y nos fuéramos de cacería a uno de aquellos lugares que previamente habíamos recorrido. Llegados allí, mientras nos tomábamos unos tragos en la barra y observábamos uno de los shows de striptease que allí se acostumbraban, un joven, al parecer solo, se acercó y entabló conversación con nosotros.
Se presentó como Carlos y dijo haberse fijado en nosotros anteriormente, porque nos había visto por el lugar en varias ocasiones, lo cual era cierto, y, después de conversar sobre la calidad del ambiente y de las personas que frecuentaban ...
... el lugar, preguntó qué estábamos buscando. Bueno, dije yo, mirando a mi esposa, tenemos la fantasía de que ella tenga sexo con un hombre que no sea yo, su marido, pero, la verdad, aunque hemos intentado varias veces, por alguna u otra razón no hemos podido concretar la aventura. Al parecer espantamos la oportunidad, si es que en algún momento se ha dado. O es que no sabemos ver si algo tiene o no la posibilidad.
¿Y de dónde surge la curiosidad? Pues, la verdad, tanto ella para mí, como yo para ella, hemos sido únicos en la relación. No ha habido nadie más. Y, no sé, las conversaciones de las amistades, los ambientes en los que hemos coincidido, la televisión, las películas, la pornografía y demás, hacen que surja la pregunta. ¡Cómo será hacerlo con otra persona? Y creo que de allí nace la curiosidad. ¿Por qué no? Enseguida nuestro interlocutor fijo la atención en mi esposa y empezó a preguntarle de esta vida y de la otra, quizá tratando de encontrar la coincidencia que promoviera algo más que la simple conversación.
Carlos, un tanto desenvuelto, dirigiéndose a mi mujer, comentó que no encontraba razón para que ningún hombre, especialmente en aquellos lugares, no se fijara en una señora tan atractiva y que tal vez todavía no era el momento, porque, para involucrarse en esas aventuras, las personas debían estar muy seguras de lo que querían. Lo cierto es que mi esposa lo encontró un tipo agradable y pareció entrar en sintonía. Charlamos de manera informal de lo que allí ...