1. Nuestro cumpleaños BDSM


    Fecha: 12/08/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: DominAma, Fuente: CuentoRelatos

    ... Madrid, ya que era uno de mis deseos en la carta (seguramente el más común de ellos), pero habíamos ido más veces, y unido a que aún quedaba una semana para el cumple y que poco más o menos fui yo quien propuso el restaurante, me despistó por completo.
    
    Por la noche, después del mexicano, fuimos a tomar algo a un pub que había cerca, y en un momento dado, me dijo que iba al baño, que volvía enseguida. Esperé, y cuando volvió a los 5 minutos, vi fuego en su mirada. Venía hacia mí esa mujer que me vuelve loco. Con esa cara tan bonita, con ese cuerpo tan sensual… y fuego en los ojos más lindos que he visto jamás.
    
    Se acercó a mi oído y me dijo:
    
    “Tengo la bala vibradora dentro, cariño… hoy estoy muy cachonda y tengo muchas ganas de humillarte, así que vete pagando que nos vamos a casa”.
    
    Sin dudar un segundo, me acerqué al camarero, y con un gesto le indiqué que me cobrara. Me acerqué a ti y nos besamos repetidas veces mientras nos acercábamos a la acera para esperar al Cabify que habías pedido mientras yo pagaba la cuenta.
    
    Nada más montarnos en el coche te acercaste a mí y, aprovechando que estaba sentado detrás del conductor, y que tenía una visibilidad reducida sobre lo que ocurría a su espalda, me dijiste:
    
    “Bájate los pantalones, mi amor. Quiero que empieces a acariciar esa pollita que tienes por encima del tanga que te has puesto esta mañana. No pares de acariciarte hasta que lleguemos a casa”.
    
    Ni que decir tiene que obedecí. Ella sabe que siempre voy a ...
    ... obedecerla, pero siempre me dice que la diferencia radica en si tendré dudas o no ante sus órdenes… porque si percibe que dudo, entonces desaparecerán las buenas formas, y claro que obedeceré, pero lo haré por las malas.
    
    Al llegar a la acera de casa, me hizo un gesto para que subiera mis pantalones y me bajara del Cabify, cosa que hice inmediatamente, pues estaba constantemente vigilando la mirada del conductor por el retrovisor por si se había dado cuenta o la había escuchado a Ella en el momento que me dio sus órdenes… pero nada ocurrió, bien por discreción o simplemente porque efectivamente no se enteró de nada.
    
    Eran las 2:30 de la madrugada. Nos llevó un buen rato alcanzar el ascensor. Nos besábamos apasionadamente y mis manos no paraban de buscarte… te acariciaba las tetas por debajo de la ropa, mordía tus labios carnosos y me pegaba a ti como perra en celo.
    
    En el ascensor, separaste tu cara de la mía y, pulsando el botón de stop, me dijiste:
    
    “Quítate la ropa, mi amor. Guárdala en esta bolsa y de rodillas acerca tu cabeza a mí”.
    
    Al hacerlo, sacaste mi collar del bolso y lo colocaste sobre mi cuello y tensando la correa me dijiste:
    
    “Mírame, zorra”.
    
    Al mirarte, ya mojado y goteando por mi ridícula polla, sonreíste y me diste una sonora bofetada mientras dijiste:
    
    “Entra en casa a cuatro patas, como la perrita feliz que eres. Tengo ganas de divertirme, y por lo que veo en tu entrepierna, a ti no te faltan ganas”.
    
    Abriste la puerta con calma. Sabes que ...
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