1. ¡Me viola un tipo amable! ¡Hasta casi le agradezco!


    Fecha: 15/08/2024, Categorías: No Consentido Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    ... mujeres violadas cuentan que tuvieron la necesidad inmediata de bañarse, limpiarse todo el cuerpo. Yo, al contrario. A pesar que no había sentido perfume en él, no quería quitar de mi piel la sensación de sus labios.
    
    Me senté en el sillón. Desnuda. Sonriendo. ¿Quién sería? ¿Edad? Estaba segura de que si descubría quien era, había muchas posibilidades que me enamore de él.
    
    Tengo 24 años, un buen físico, sin llegar a ser una modelo. He tenido un par de parejas y varios toco y me voy. Tengo sexo desde los 16 años. Nunca, nunca un hombre me hizo gozar tanto placer como ese día.
    
    Los días siguientes, trataba de identificar su vos en todos lados: trabajo, cuando iba de compras, en un café. Nada. Cuando veía un hombre de más de 1,80 m de altura, lo miraba buscando algo. Una mirada, un gesto. Nada. Decidí no cortarle a nadie, ni a mi mejor amiga. Mucho menos, hacer una denuncia. “Me violaron, no me penetro con su pene y goce como nunca en mi vida”, no era justamente una declaración creíble.
    
    Pasaron veinte días, y no me podía olvidar de él. Cada vez que entraba a casa, esperaba sentir su mano en mi boca. Nada. El día veintiuno, entre y cerré la puerta.
    
    -Hola Analía. Escuche. Era su voz, que venía desde el sillón, totalmente a oscuras.
    
    Por favor, no prendas la luz. Dijo.
    
    -Hola. ¿Algún día me vas a contar como entras a mi casa sin forzar ninguna puerta ni ventana?
    
    -Hoy. Usando la llave que dejas en la segunda maceta.
    
    No mucha gente sabía que dejo una ...
    ... llave ahí. Él sí.
    
    -¿Me puedo sentar? Pregunte a mi violador en mi propia casa.
    
    -Por supuesto.
    
    -¿Quién sos?
    
    -Un hombre que te admira.
    
    -¿Tenes un nombre?
    
    -Claro, como todo el mundo.
    
    -¿Cuál es?
    
    -¿En serio lo queres saber?
    
    El desgraciado me hizo dudar. Estaba jugando con mi mente. Decidí no contestarle.
    
    -Legalmente lo del otro día fue abuso sexual. ¿Vas a abusar de mí nuevamente?
    
    -Quítate la ropa. Quédate solo con la tanga. Por favor.
    
    Mire hacia donde estaba pero no podía ver nada claro. Solo un bulto en el sillón. Me pare y me saque la ropa como me indicó. No sensualmente ni nada parecido a un striptease.
    
    -Te vuelvo a preguntar: ¿Vas a abusar de mí nuevamente?
    
    -No.
    
    Era la respuesta que menos esperaba. No. ¿Entonces? ¿Qué hacía en casa? ¿Por qué yo estaba casi desnuda? ¿Qué era lo que seguía? ¿Y yo, que deseaba, que repita lo de la vez anterior, que me penetre? ¿Qué me haga el amor? Tenía que buscar respuestas.
    
    -¿Por qué estoy desnuda?
    
    -Porque te lo pedí. Dijo y tuve que reconocer que tenía razón.
    
    -Si no me vas a abusar, ¿Qué haces aquí?
    
    -Contemplo tu hermoso cuerpo.
    
    -La otra vez no note que hayas gozado, acabado digo. No había manchas, ni te escuche acabar.
    
    -Goce haciendo que vos goces, dándote placer.
    
    -¿Sos impotente? Pregunte a pesar de haber sentido su verga super dura en mi espalda.
    
    -No. Dijo riéndose.
    
    -¿Voy a saber quién sos?
    
    -Quizás.
    
    -¿Te hace gozar dominar a una mujer?
    
    -¿Te sentís ...
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