Infiel por mi culpa. Puta por obligación (6)
Fecha: 18/08/2024,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
Tres verdades.
Han transcurrido unos pocos minutos y yo sigo aquí, sentada de medio lado con las rodillas juntas y mis manos sobre ellas. Mi esposo ha terminado el desayuno y ahora me da la espalda nuevamente. En la cocina enjabona, refriega y enjuaga, en un silencio casi funerario, tan solo opacado por el chirriante cotorreo de una bandada de loritos apostados en lo alto de los árboles cercanos, y el chorro de agua –intermitente a ratos– del fregadero.
A un costado de este sofá, están desparramados sobre el piso, algunos cd’s sin sus carátulas, unas revistas de arquitectura y diseño, así como un libro de blanca tapa dura sobre ellas. Me inclino un poco y tuerzo el cuello para encuadrar el título con mi mirada. «Memoria de mis putas tristes» de Gabriel García Márquez. ¡Qué curioso! La imagen del hombre en la portada, alejándose, también me ignora.
Justo al lado me encuentro con algo nuevo. Un minicomponente negro y gris, al frente, insertada una memoria USB plateada y un bombillito amarillo que parpadea. ¿Qué estaría escuchando? Con femenina curiosidad, oprimo con mi dedo la tecla de pausa. Ahora puedo oír la melodía y letra de una canción, para mi desconocida.
…«Yo solo busco un ritmo lento. Tú velocidad. Yo solo pido una dulce mentira. Tú toda la verdad.
Tú que sabrás, si despiertas lejos de esta casa. Tú que sabrás si no vives dentro de esta jaula. Tú que sabrás, si nunca nadaste en mis entrañas»…
***
¡Mierda! Mariana me ha descubierto, de ...
... nuevo.
Se me olvidó apagar el minicomponente o al menos, haber cambiado esa melancólica Playlist y haber colocado otra de reggae o bachata, alguna más festiva para que no pensara como ahora debe estar haciéndolo, de que yo solitario, la añoraba.
—Y bien, miremos que trajiste por aquí. —Le hablo a Mariana como para restarle importancia a su descubrimiento, entretanto reviso el contenido de la bolsa, mientras ella continúa ensimismada entre versos y melodías.
Una botella de Licor de Curaçao y dos paquetes de «Parliament» para ella. Los rojos míos, están acomodados muy cerca de la media de aguardiente, junto a los plastificados anturios rojos. Puede que sea muy temprano para unos «guaros» pero tal vez no para unas copas de este azul con su sabor enigmático, –perfecto para esta reunión– entre dulce y amargo.
No tengo copas, así que tomo los dos vasos que están sobre la bandeja al lado de la jarra y vierto en ellos un poco, –alrededor de una onza– de Curaçao, otro tanto del vodka que me quedó de la última jugarreta de dominó entre Eric, Pierre, los dos huéspedes, William y yo. Y el toque final… Por supuesto un chorrito de limonada y hielo picado que aún conservo en la heladera portátil. Como no tengo a mano una coctelera para agitar la mezcla, uso como mezclador mi dedo índice, total, estamos en familia.
¡Ya tengo dos «Blue Lagoon»!… Para ofrecerle a… ¿Mi invitada?
***
— ¿Y esa canción? No reconozco quien la canta. Tiene una letra melancólica, con un mensaje que da para ...