1. Sorpresa con la madre de mi novia (2): A solas con Carmen


    Fecha: 20/08/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    Mi polla volvió al letargo antes de que Lucía apareciera por la cocina y cuando llegó ya estaba la mesa puesta. Comimos y después de recoger nos fuimos a nuestras habitaciones.
    
    —He notado a mi madre muy contenta!
    
    —Creo que le ha gustado el detalle de que le ayudara a preparar la mesa.
    
    Contesté intentando justificar la amplia sonrisa de Carmen.
    
    —Me alegro de que os llevéis bien. Temía que discutiríais a los cinco minutos de llegar.
    
    —Yo también lo pensaba, pero como bien dices, tu madre ha cambiado mucho, y para bien.
    
    —Creo que le están gustando tus atenciones de caballero medieval, jajaja.
    
    —¿Crees que la debo rescatar de la torre?
    
    Le dije para seguirle la broma.
    
    —¡No estaría mal!
    
    —Lo mismo cae rendía en mis brazos!
    
    —Jajaja! Eso sí que no me lo perdería!
    
    —No crees en un apuesto caballero como yo?
    
    —Pues sí, creo que le gustas, para mi sorpresa! Si no te importa, sigue coqueteando con ella. Me gusta verla contenta y creo que tú lo estás consiguiendo!
    
    Ahora el sorprendido era yo, no sabía hasta donde llegaba el coqueteo que suponía Lucía, ni tampoco hasta donde pretendía que llegara.
    
    —Tendré que repartir mi cariño con las dos! – le dije incidiendo sobre el tema – Dos besitos para ti, uno para ella!
    
    —Jajaja! No está mala el reparto… si ella se deja!
    
    —No te pondrás celosa?
    
    —Jajaja! Para nada! Por verla así de feliz estoy dispuesta a ceder algún beso o alguna caricia… si a ella le gustan!
    
    —Vale, pues luego se lo ...
    ... pregunto!
    
    —Que tonto que eres! Crees que esas cosas se preguntan?
    
    Yo seguía con las bromas a la vez que sondeaba a Lucía. Tenía que asegurarme que si me pillaba en una situación comprometida, como un beso o una caricia, pareciera algo del cariño que habíamos hablado.
    
    —Es que no me quiero arriesgar a darla un abrazo con beso y me suelte una ostia!
    
    —Jajaja! Eso sí que me gustaría verlo, aunque no creo que llegara a eso, supongo se tan solo se mostraría ofendida, pero como te decía, son los riesgos del atrevimiento!
    
    Parecía que me había dejado claro que los besos estaban permitidos, incluso alguna caricia, mientras mi imaginación iba mucho más allá pensado en lo delicioso que sería follarme a su madre.
    
    Después de la conversación, nos besamos con pasión devorándonos las bocas. No tardé en sentir su mano metiéndose en mi bañador para sacar mi polla, de nuevo erecta.
    
    —Diosss, como me gusta tu polla!
    
    Susurró mirando el hinchado capullo. Después de los dos calentones que había tenido con su madre me comenzaban a doler los huevos y tenía ganas de descargar una buena dosis de leche. Vi cómo su lengua rodeaba mi capullo, cómo lo lamía con una lascivia de perra caliente y salida, vamos, como a mí me gustaba. Su cuerpo apenas envuelto en el delicioso bikini naranja excitaba todos mis sentidos. Agarré sus tetas con deseo y las estrujé con lujuria.
    
    —Que caliente me pones putita!
    
    —Tú sí que me pones zorra, cabron!
    
    (Nuestra verborrea habitual antes del sexo).
    
    Abrió sus ...
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