Sorpresa con la madre de mi novia (2): A solas con Carmen
Fecha: 20/08/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
... calientes labios y succiono mi capullo deseoso de entrar en esa cueva caliente y húmeda. Noté como la lengua lo lamía en el interior de su boca mientras su mano amasaba mis doloridos huevos. Me dio varias chupadas hasta sacarme algún gemido. Estábamos sentados en la cama frente a la puerta que se había quedado semiabierta. Lucía se había inclinado sobre mi regazo y su cabeza comenzó a bajar hasta engullir la mitad de mi polla, mientras yo la sobaba el duro culo que tenía. Levanté la cabeza con la boca jadeante y vi a su madre asomándose mínimamente por el resquicio que había quedado. Di un respingo y Lucía dejo de chupar.
—Tranquilo, esto solo es un aperitivo! – dijo ajena a la mirada de su madre – el resto te lo daré a mi vuelta!
Volvió a engullir mi polla y continuó chupándola empleándose a fondo. Carmen siguió apostada sin dejar de mirar la mamada que me estaba haciendo su hija. Después de apretarle el culo con ganas, subí la mano por su espalda hasta llegar a la cabeza y comencé a empujarla a un buen ritmo, quería que Carmen viera lo que le esperaba. La bajé de nuevo hasta el culo y retiré el hilo de tela buscando la entrada del esfínter. Metí la punta del dedo y noté como empezó a chupar más deprisa, sabía lo que eso la excitaba, y la reacción que produciría. Ella misma movió más el culo como indicativo que quería más estímulo. Profundicé en su esfínter poco a poco hasta introducir todo el dedo y pude ver a Carmen, ya más visible, con la boca semiabierta y ...
... cierto asombro dibujado en su cara. Imaginé que nunca había visto algo así y comencé a masturbar el culo de Lucía con lentitud, quería que viera como entraba y salía todo mi dedo. Ya era demasiado poderosa mi excitación y no pude aguantar más, mi polla explotó en la boca de Lucía soltando le varios chorros de leche. Comenzó a tragar sin dejar de chupar hasta que acabaron mis estertores. Las mamadas de Lucía eran excepcionales, sobre todo las últimas chupadas tragándose todo hasta dejarme la polla sin una gota. Había cerrado los ojos para sentir más ese final delicioso, y cuando los abrí, Carmen ya no estaba.
—Eres la ostia cariño! Pude decir entre jadeos.
—Me encanta comerte la polla y ver cómo te excitado hasta que me sueltas un buen chorro de leche!
Me quedé postrado sobre la cama con el bañador bajado y la polla colgandera mientras Lucía se iba al baño. Cuando volvió, todavía no se había serenado mi respiración. Se puso algo de ropa y se acercó para darme un beso.
—Mi madre está tumbada en el césped. Por qué no vas y le das un poco de marcha! Tardaré un par de horas y no quiero que se aburra y se ponga a pensar!
—Salgo como un caballero con la lanza en ristre, o me pongo el bañador?
—Jajaja! Mejor ponte el bañador, a ver si ve ese pedazo de polla y echa a correr!
Me dijo después de una carcajada.
—Dale un poco de crema, eso le gusta a todo el mundo!
—Por todos lados?
—Jajaja, por donde te deje, eso es cosa suya!
A Lucía cada vez la veía más ...