1. Sorpresa con la madre de mi novia (2): A solas con Carmen


    Fecha: 20/08/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    ... desprendida y abierta, parece que no le importaba que le diera un buen sobo a su madre, o quizás suponía que ella no se dejaría.
    
    Cuando me puse el bañador mi polla seguía medio erguida, parecía que la mamada no había sido suficiente para aplacarla. Lucía comenzó a reírse al ver que todavía se abultaban algo mi bañador.
    
    —Jajaja! Eres increíble, parece que es difícil serenarte la polla!
    
    —Crees que puedo salir así ante la señora Carmen?
    
    Le pregunté de cachondeo.
    
    —Bueno, a lo mejor disfruta mirando y se pone hasta caliente! Ya te he dicho que se va a tener que acostumbrar a verte el bañador abultado!
    
    Las palabras de Lucía cada vez me alentaban más, parecía que estaba dispuesta, mejor dicho, parecía que me alentaba a poner caliente a su madre.
    
    Salimos al jardín y se acercó hasta su madre que estaba postrada boca arriba sobre una toalla con las gafas de sol. Sus tetas se esparcían majestuosas sobre su torso y el pequeño tanga adornaba excitantemente el centro de sus muslos. Le dio un beso en la mejilla y
    
    —Me voy al pueblo a solucionar esto. Me han dicho que son cerca de dos horas a si que divertiros hasta mi vuelta!
    
    —Gracias hija! Tú soluciónalo y no te preocupes por nosotros, ya haremos algo!
    
    Intenté no reírme al oír a Carmen mientras acompañaba a Lucía hasta el coche.
    
    —Gracias cariño por ser tan comprensivo! Y lo dicho, dale un buen sobo con la crema para que se sienta bien!
    
    —Tranquila cielo! Le daré un sobo tan bueno que querrá ...
    ... repetir!
    
    —Jajaja! Río Lucía despreocupada y ajena a lo que estaba pasando.
    
    Arrancó el coche, abrió las puertas automáticas y desapareció tras ellas. El sonido que produjeron al cerrarse me sonó a la campana de salida de la maratón de dos horas que iba a comenzar.
    
    Cuando regresé a la piscina vi a Carmen tumbada, pero ya se había quitado la parte de arriba y sus grandes tetas al aire me volvieron a parecer maravillosas.
    
    —Ya se ha ido?
    
    —Si, y me ha dicho que le dé un buen sobo de crema!
    
    —Ufff, quiero ese sobo, pero sin crema!
    
    Me tumbé recostado a su lado disfrutando de la visión de su sensual cuerpo estirado sobre la toalla. Estaba deseando follármela, pero quería hacerla disfrutar primero hasta dejarla con tantas ganas que no quisiera parar. Ella se mantenía quieta, expectante, esperando a que yo tomara la iniciativa. Noté su respiración algo alterada viendo subir y bajar sus tetas, seguro que por los nervios que le producían esa situación. Acerqué mi dedo índice a su boca y lo pasé lentamente sobre sus carnosos labios semiabiertos, a la segunda pasada sentí su lengua húmeda lamiéndolo. Se lo introduje y lo chupó con deseó, como si fuera una pequeña polla.
    
    Se lo saqué de la boca totalmente ensalivado y fui bajando lentamente por su barbilla, su cuello y sus maravillosas tetas. Le rocé un pezón y después el otro para sentir como se endurecían hasta ponerse como dos caramelos de fresa. Me estaba deleitando con la vista mientras sentía como mi polla martilleaba bajo el ...
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