Unas vacaciones con mi madre (P.1): Llegada a la playa
Fecha: 20/08/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
Elena hacia seis meses que se había separado después de veinte años de casada. Poseía una tienda de ropa que le proporcionaba buenos ingresos y una vida desahogada. Luis, su hijo de diecinueve años, se había quedado con ella. Había comenzado el segundo año de informática en la universidad y sentía que tenía que cuidar de su madre después de la separación. Elena, a sus cuarenta y cinco años seguía siendo una mujer atractiva. Tenía buen tipo y su pelo castaño ondulado la favorecía notablemente. Le gustaba ponerse ropa ceñida para marcar más las bonitas curvas que mantenía su cuerpo. Un metro sesenta y cinco, que con tacones llegaba a uno setenta, hacia que muchos hombres la miraran a su paso. Su hijo era más alto, casi un metro ochenta, de complexión bastante atlética, más moreno que ella, con ojos oscuros e incisivos, y sobre todo una gran mata de pelo negro, eso y lo cariñoso que era, hacían las delicias de su madre.
Desde la separación se preocupaba más de ella y había decidido que se fueran los dos juntos de vacaciones en julio.
-Ya están las maletas en el coche mamá!
-Estás seguro que quieres ir conmigo de vacaciones? Preguntó Elena.
-Pues claro mamá! Estoy deseando disfrutar contigo en la playa!
-No sé, lo mismo te aburres!
-No creo, además, donde vamos hay bastante ambiente por la noche! Lo pasaremos bien, de día y de noche! Dijo Luis con entusiasmo.
Llegaron a una urbanización situada a pie de playa. Eran chalets independientes con un jardín y una ...
... pequeña piscina cada uno de ellos. Por una puerta del jardín se accedía a la arena de playa, y el agua estaba a unos cien metros más.
-Que bonito que es! Y tiene una situación privilegiada. Dijo Elena al salir al jardín.
-Lo vi a través de internet y me pareció ideal! Dijo el muchacho.
-Que te parece si nos damos un baño antes de que se ponga el sol?
-Vale, vale! Accedió Elena al ver el entusiasmo de su hijo.
Entraron a la casa y se pusieron a deshacer las maletas. Colgaron la ropa y Elena comenzó a mirar los bikinis que había traído.
-Que te parece, Luis. Cuál te gusta más? Llevaba seis bikinis, la mitad normales y la otra mitad tipo tanga. Siempre hacia lo mismo, llevaba mitad y mitad, pero no se atrevía a ponerse los tanga. Luis los miró y cogió los que eran normales.
-Olvídate de éstos! Dijo guardándolos en un cajón.
-Pero estos… quizás son demasiado atrevidos!
-Para nada mamá. Te sentarán de maravilla y necesitas… airearte un poco, por decirlo de alguna manera! Dijo el sonriendo.
Cogió uno de los cuatro que quedaban, color rojo pálido.
– Este te irá muy bien con la puesta de sol!
Se lo dio en la mano y un beso en la mejilla como para darle confianza. Ella se fue a una de las tres habitaciones que tenía la casa y se lo puso. Se miró al espejo de cuerpo entero que había en la puerta del armario de corredera, y a pesar de verse estupenda, se escandalizó un poco. Nunca había sido tan atrevida, aunque en el fondo le gustaba, incluso llegó a ...