Mariana, la presidenta de colonos (3)
Fecha: 21/08/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Madr77, Fuente: CuentoRelatos
... tetas, sobándolos y apretándolos, siento su miembro contra mi culo. Sentía su dura polla tallándose en él. Se sentía grande, casi igual a la de Sergei. No sé si era la coca o lo que había vivido en días anteriores, pero el pensar que aquella enorme barra estaría dentro de mí en unos instantes, me hacía estremecer, mi coño estaba chorreando.
Rogelio llevó su boca a la mía y casi mordió mis labios, me besó con fuerza, se notaba que estaba muy excitado. Aquella mujer no se parecía a la que se había tocado a su puerta hacía un rato.
Bajó una de sus manos y la metió en mi vagina. Acarició el escaso vello púbico antes de meter su mano entre mis piernas. Su mano se encontró con un coño totalmente empapado, cuando me pasó los dedos por la rajita y tocó mi inflamado clítoris, mi cuerpo se tensó y me abrace a su cuello con fuerza.
- Aaah.
- Vaya, vaya... La zorrita de la presidenta se está corriendo con sólo tocarla, dijo por fin, - Veo que eres una buena putita.
- Mmmm voy a ser... tu... tu putita ¿Verdad?, pregunte con lujuria, sintiendo sus dedos en mi vagina
- No lo dudes. Te voy a terminar de convertir en una auténtica puta. Volviendo a besarme más apasionado.
De repente me agarró por la coleta y me obligó a arrodillarme, se bajó el pantalón deportivo y sacó su polla. Una verga enorme, tan grande como la de Alexei, estaba dura y llena de venas.
Hasta mi nariz llegó un fuerte olor a sudor y a orines, volvió a meter la mano y se sacó también las ...
... pelotas.
Su pene casi me rozaba la nariz, ese olor, ese asqueroso olor ¿Por qué no me repugnaba? Tirando de la coleta, me pasó la polla por la cara. Abrí la boca para meterme su verga, tenía un sabor asqueroso, pero estuve a punto de correrme.
- Ahora chúpame la polla como una buena putita.
Casi no me dejó chuparla, el dirigía mis movimientos por la coleta, es decir, me empezó a coger por la boca. Quien entrara al departamento en ese momento tendría una excelente visión de una preciosa mujer, arrodillada a los pies de un hombre, con su polla en la boca y sus enormes tetas moverse al compás de la mamada.
- Está rica, ¿Verdad? ¿Te gusta mi polla?
Con la boca llena de verga no podía contestar, pero mis gemidos de placer lo decían todo.
- Hasta el fondo, putita, esa palabra me ahora me encantaba
Tiró del cabello hacia él y su polla entro en mi garganta, hasta que su pubis chocó con mi nariz fue tan rápido que no tuve tiempo de actuar, mis ojos se abrieron y no podía respirar, ni los rusos habían sido tan bruscos, fue mi primera garganta profunda, no podía zafarme, creo que tampoco quería hacerlo.
Cuando aflojó la presión y sacó su polla de la boca, tragué aire y tosí, me salían espesos hilillos de saliva, que caían por la barbilla hasta sus tetas, trataba de halar aire.
Frente a mí, estaba aquella inmensa verga. No me explicaba cómo había entrado toda en mi boca, me la imaginé embarrada de coca y sin pensarlo, me la volví a enterrar hasta la garganta.
- Mmmmm que ...