Goloso de piscina
Fecha: 22/08/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: MathewDream, Fuente: CuentoRelatos
... por dos triángulos ligeramente girados enfrentados y cruzados, decorados con un blanco y negro ajedrezado, que se unían a su vez con unos cordones atados a su nuca por debajo de la coleta con una sola y frágil lazada. La cual, si se enganchaba en alguna parte, podía dar lugar a algún sensual accidente de inesperada exhibición al que no habría hecho ascos. Y es que a pesar de haber alcanzado recientemente la mayoría de edad y ser aún muy joven, Alma estaba bien desarrollada y sus curvas se distinguían bien, atrayendo miradas sin remedio. Curvas que destacaban especialmente en su trasero, bien formado, que dibujaba interesantes líneas al fusionarse con la parte baja de su espalda, donde la sola idea de dejar reposar una mano, le hacía sentir a uno en el séptimo cielo, pero también en unos bonitos pechos tersos, de tamaño medio, que subían y bajaban hipnóticamente en cada uno de sus ágiles movimientos, giros o saltos.
En definitiva admito que fue un día duro para un adolescente con las hormonas descontroladas como yo, porque mientras ambos éramos sometidos a estrecha vigilancia materna, mi animada amiga se las apañaba para montarse sobre mí, abrazándome desde atrás, dejándome sentir la esponjosidad de sus senos en la espalda y sometiéndome a un acoso y derribo de caricias o roces disimulados que me colocaban en una situación ligeramente comprometida.
Por supuesto no puedo negar que lo estaba disfrutando.
Ese jugueteo tortuoso del rozar su piel suave y ligeramente ...
... bronceada contra mí, de ofrecerme sus encantos en cada acercamiento juguetón, el aroma de su pelo, su bikini mostrando siempre la cantidad justa de su intimidad para que yo imaginara el resto, ese bonito cuerpo mojado y bañado a la vez por el agua de la piscina y los rayos del sol…
Y no, aquella no era del todo una diversión inocente, pues no tardó en dejarme ver sus cartas y aclarar que era más bien un flirteo.
Con frases cortas, susurradas y distanciadas en el tiempo, me fue revelando furtivamente al oído el deseo de que nos besáramos, aunque fuese de la manera más discreta posible, y ante mi asombrado y en parte atemorizado rostro, Alma comenzó a maquinar la forma de lograrlo, que me fue contando poco a poco con disimulo, durante nuestras traviesas bromas y revoltosas aguadillas.
¿Cómo no iba a dejarme convencer cuando sentía sus labios tan cerca de la oreja musitando su elaborado y secreto plan?
Alma pensó que era una buena idea salir del agua y prepararse para realizar una estilosa zambullida de cabeza en el momento justo, y aparentemente casual, en que yo estaría buceando para tal vez buscar algún objeto por el fondo. Entonces, bien sincronizados y cómplices, nos encontraríamos a mitad de la piscina, camuflados entre los reflejos causados por la luz del sol sobre las ondas acuáticas, nos besaríamos por primera vez en todo el tiempo que hacía que nos conocíamos, y además conseguiríamos hacerlo delante de las mismas narices de su madre, de forma tan apasionada como ...