1. Sobre ruedas (capítulo once)


    Fecha: 01/09/2024, Categorías: Gays Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos

    ... comportaba bien. Polo se nos unió y fuimos a su casa. Sacó cervezas y nos llevó al estudio para mostrarnos los cuadros que había hecho cuando yo posé, aunque posamos los dos en realidad. No eran dos cuadros, había un sinfín de dibujos en papel, bosquejos, y cuadros pues había cinco. Tito le pidió a Polo que nos pintara y éste aceptó, se sabía de antemano que diría que sí. Nos desnudamos y Tito se sentó desnudo después de encender un puro y me dijo que empezara a mamar. Polo acepto fumarse un puro igual y al rato me vi con los dos fumando mientras yo les chupaba la pinga a ambos por turno.
    
    - ¡Ya basta de mamar, pon ese culito rico que te vamos a dar pinga y leche! - me dijo Tito.
    
    Me vi allí singado por turno por los dos, uno daba al otro el sitio y así hasta que Tito empezó a decir que se venía, cuando lo hizo le dio paso a Polo que apretó en sus embestidas para venirse también. Cuando terminó y sacó su pinga, la leche empezó a salírseme y Polo con su pinga la recogía para meterla en mi culo dilatado.
    
    -¡Coño, quédate con toda esa leche dentro! - me dijo Tito.
    
    Yo lo obedecí, me levanté y me puse el calzoncillo, les sonreí sabiendo del orgullo de los dos. Todo macho sentía orgullo de que su gente se quedara con la leche dentro, lo sabía y al menos les di ese gusto, aunque al ser dos los que habían dejado su semen en mí, este empezaba a bajar y querer salir. Aquella noche dormí bien entre los dos, aunque parezca molesto dormir así, cuando uno te abraza, el otro te ...
    ... roza o cruza un pie por encima, dormimos bien más por el cansancio que otra cosa. Al amanecer, Tito se levantó temprano y me dijo:
    
    -Mira, vamos a hacer una cosa, yo tengo que ir a echar gasolina y llevar la carga a Trinidad, salgo ahora mismo y tú te quedas con Polo… - viendo la sorpresa que provocaba entre nosotros dos, Polo al igual que yo había quedado sorprendido, sonrió. – Mira, este negro es de ley, es buena persona y le gustas, no soy ciego, mejor te quedas con él y yo te recojo a la vuelta.
    
    -Pero…
    
    -Nada de peros que valgan, te quedas con él y ya… ¿verdad?
    
    -¡Mira, chico, si tu marido dice que te quedes, pues hazle caso! - intercedió Polo con jocosidad.
    
    No se discutió mucho, al parecer la partida ya había sido decidida con antelación. Prometió regresar al segundo día dándonos ese tiempo para nuestro idilio o pasión. Todavía no había arrancado el motor del camión cuando ya tenía encima a Polo embistiendo sobre mis nalgas mientras mordía mi nuca. Escuché que arrancó y se iba mientras Polo se ocupaba de mi ojete, singamos como siempre, con deseos o ganas locas porque no iba a negar que no me gustaba aquel tronco de negro. Me gustaba mucho y él lo sabía bien. Por la tarde nos fuimos a dar una vuelta, nos encontramos con el primo de Nelson que se nos acercó con su descaro acostumbrado.
    
    -¡Vaya, vaya, pero mira quién está por aquí! – dijo mientras le daba la mano a Polo. - ¿Qué me cuentas?
    
    -¡Na´todo bien! ¡Ya ves!
    
    -Ya veo, ya veo… ¿así que te has quedado ...
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