1. Sobre ruedas (capítulo once)


    Fecha: 01/09/2024, Categorías: Gays Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos

    ... con la putica de La Habana?
    
    - ¡Vamos!, deja eso ya…
    
    -¡No por mí, nada…te lo puedes comer to!- le dijo mientras me miraba con cierto odio.- Pero recuerda que esta perla le gusta que lo singuen bien… ¿o se te olvidó cómo lo conociste?
    
    -No, no se me ha olvidado y yo me lo singo bien, como a nosotros nos gusta. -le dijo mientras me abrazaba.
    
    Se fue y seguro que rabiando, porque ni una palabra le dije a todas su provocaciones. Polo me comentó que había hecho bien, que ese tipo era tan mierda como el primo, los dos eran un asco de gente. De todas maneras aquel encuentro nos aguó el paseo, al rato a Polo se le ocurrió que iríamos a visitar a un amigo de él, claro si yo quería. Acepté porque al menos era tratar de olvidar algo a aquel estúpido. El amigo vivía en las afueras, en una finca pequeña, y según Polo era muy buena gente.
    
    -¡Lucas, para servirte!
    
    Fue lo que me dijo cuando me dio la mano, a Polo le dio un beso. Lucas resultó ser un tipo interesante, mayor, tendría más de cincuenta, porque se le veían las arrugas y desde el inicio supe que había sido la pareja de Polo durante mucho tiempo y que ahora les unía una buena relación. Hablamos de mil cosas, Lucas era alfarero, nos mostró mil cosillas de cerámica que había hecho y que estaba haciendo. Al rato comimos una merienda, bebimos cerveza y nos fuimos. Ya en la casa le dije a Polo que me había gustado mucho su ex pareja, que parecía una gente preciosa. Polo lo confirmó, y me contó que vivieron juntos durante ...
    ... mucho tiempo pero que Lucas nunca pudo decidirse vivir con él porque temía lo que dijera la familia, antes vivía con la madre, ahora con una hermana, por lo que siempre habían ocultado su relación y eso fue lo que acabó convirtiéndolos en amigos ya que no podían ser amantes.
    
    Regresamos a la casa para dedicarnos a hacer el amor, esta vez un sexo largo, despacio, Polo se preocupó mucho en que me sintiera bien cómodo. Estuvimos casi toda la noche entre caricias, besos y sexo, sobre todo sexo porque Polo no salía de mí, se mantenía pegado a mí sin salirse siquiera. Yo me sentía contento, feliz, teniendo un amante tan pasional. Claro que al día siguiente no apareció Tito, ni tampoco al cuarto. A mí me preocupaba aquella demora, Polo trataba de calmarme, diciéndome que seguro le dieron alguna carga para Oriente pero no creo que el mismo creyera aquella historia. Muy a pesar de que aquellos días no me falto su amor, sus caricias, su deseo y por qué no decirlo, su pinga dura y grande; al final decidí irme por mi cuenta. Polo algo entristecido me reprochó que era la segunda vez que le dejaba así.
    
    -Vaya que suerte la mía, nos conocimos porque me dijeron, ve y singátelo, después entre nosotros hubo mucho más que buena química, pero te tuviste que ir…, mira, cosas de la vida, volviste ya con otra gente, volviste a mí y de nuevo tu gente te ha dejado plantado conmigo.
    
    -¡Bueno, es que…no sé!
    
    -¡Eso lo sabrás a su debido tiempo! Pero piensa, mi amor, yo te quiero y no te voy a ...
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