1. Zumbándome a la abuela Clotilde


    Fecha: 03/09/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... hicimos en casa de Clotilde mis amigos y yo. Sonrió y me doy cuenta de lo rápido que ha pasado el tiempo.
    
    Claudia una compañera de trabajo me llama al móvil. Charlamos un buen rato y después me echo la siesta.
    
    Me despierto ya tarde. Mañana ya es lunes y he quedado en llevarle las cosas que le faltan para las galletas.
    
    Es lunes. Subo a su casa con un par de bolsas de la compra, aparte de la canela y la harina, he decidido comprarle algo más de comida.
    
    Llamo a la puerta, pero no me abre.
    
    Vuelvo a insistir y veo que la puerta se abre.
    
    -Clotilde, la llamo. Clotilde, tienes la puerta abierta.
    
    Miro por el salón y no la veo. Entonces me habla.
    
    -Pasa, pasa. Perdóname que estaba en la ducha, me dice.
    
    Dejo las bolsas en la mesa y miro que ha puesto una foto nueva en el salón. Deben ser sus nietos.
    
    Entonces veo la puerta del baño entreabierta, se ve desde el salón, y me fijo en que está desnuda de espaldas a mí. Puedo ver su culo grande casi apoyado en la puerta.
    
    Dios, esta tremenda. La veo girarse para ponerse el sujetador y veo su par de pechos caídos, pero con unos pezones enormes, como los botones de una radio antigua.
    
    Tengo que sentarme en el sofá. ¿Qué me está pasando? Pienso.
    
    Trato de tranquilizarme por lo que acabo de ver, cuando Clotilde sale del baño, aunque solo con la ropa interior puesta.
    
    Veo que por sus bragas asoma algo de vello púbico. No se ha debido depilar en mucho tiempo.
    
    Se acerca hacia mi. Se agacha para darme las ...
    ... gracias con un beso y sus tetas tocan mi cuerpo. Una erección ha surgido de repente en mi pantalón.
    
    Intento disimularla como puedo. Me acomodo el pantalón cuando ella se pone delante mío a mirar en las bolsas lo que le he comprado.
    
    Tengo su culo frente a mi y esto no mejora para nada mi erección. Al contrario, crece un poco más y hace daño de tan dura que la tengo.
    
    Clotilde se lleva las bolsas a la cocina. Vuelve al poco y se sienta a mi lado. Sigue en ropa interior.
    
    -Perdona que no me ponga el vestido, pero me acabo de duchar y sigo teniendo calor. ¿No te importa verdad?
    
    -No, para nada. Estás en tu casa. Le respondo sonriendo. Pero si no te importa necesitaría usar el baño. Le comento.
    
    -Claro cariño, me dice. Ya sabes donde está.
    
    Cierro la puerta y le echo el pestillo. Me miro en el espejo y me doy cuenta de que estoy muy caliente.
    
    Mi polla parece que estuviera viva. Me la saco y apunta hacia el lavabo.
    
    Mojo mi mano con un poco de agua y me hago una buena paja.
    
    Me corro al poco tiempo. Pongo toda la taza salpicada de semen y la limpio rápidamente. No quiero que Clotilde piense que estoy haciendo lo que realmente acabo de hacer.
    
    Me lavo las manos después de tirar de la cadena y salgo. Antes me he secado bien el sudor para que no queden pruebas de mi excitación.
    
    -Bueno, abuela Clotilde le digo. Tengo que irme ya.
    
    -Está bien cariño. Ven esta tarde y ya tendré las galletas listas. Sigue en ropa interior.
    
    -De acuerdo. Cierro la puerta y bajo ...
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