Mi madre cogiendo con un desconocido (sin retorno)
Fecha: 05/09/2024,
Categorías:
Confesiones
Autor: Orescarmino, Fuente: CuentoRelatos
... esas ideas y me concentraba en regresar a cualquier cosa que estuviera haciendo, pero que difícil resultaba. Cuando se cae la inocencia el mundo surge con toda su realidad solo queda la ignorancia, pero uno no puede engañar a la mente.
Varios meses se diluyeron y yo me encontraba en ese proceso de aceptación, parecerá ridículo, pero créanme que yo tenía una idea bastante alejada de mi madre. Yo que pensaba que ella no tenía sexo y que incluso no le gustaba nada de lo relacionado con la sexualidad. ¡Es mi madre! Y a diferencia de otros tantos, yo nunca he pensado en ella con ningún tipo de ligadura concupiscente.
Era viernes y me encontraba en la universidad. Días de exposición y semana de exámenes los más ocupados en la universidad. La noche anterior había hablado con Casandra y le había comentado que esa semana prácticamente no la vería, ella ya lo sabía, por los semestres anteriores. Estúpidamente había dejado olvidada la memoria donde tenía la exposición. Conduje como un loco a casa y al llegar encontré un vehículo obstruyendo la cochera. Tuve que quedarme estacionado a una cuadra. Al llegar a casa encontré la memoria encima de uno de los sillones de la sala, lo más seguro es que se me haya caído al sentarme en la mañana. La tome y cuando me disponía a salir escuche unos ruidos que venían de la segunda planta, por un momento creí que esos ruidos venían de afuera así que me metí y me quede en silencio para estar seguro. El silencio se vio interrumpido por un fuerte ...
... grito, me quede helado cuando lo escuche pues los gritos de placer son tan evidentes e inconfundibles. De nuevo sentí esa sensación de nervios y excitación. Comencé a subir la escalera, el corazón me latía tan fuerte y el sudor me escurría por todas partes.
Hay imágenes que recorren la vida acompañándonos y posiblemente nunca se olvidan. La puerta de la habitación de mi madre estaba totalmente abierta, uno de sus vestidos estaba hecho bola en el suelo y un par de zapatos negros estaban encima de él. Un pantalón de vestir y una camisa blanca quedaban a escasos centímetros del vestido. No lo podía creer, pero esos gemidos libres y estentóreos eran de mi madre, no había duda. No pude evitar la erección, mi pene estaba tan duro y erecto que hasta dolía. De manera escurridiza fui asomándome, quería verlo para quitarme de dudas y en efecto, ahí estaba mi madre, montando a un hombre, ella de espaldas a donde yo me encontraba y el hombre perdido de placer recibiendo toda la benevolencia de su cuerpo. Una tanga negra y un brasier del mismo color separaban a mi madre del desnudo total, pero eso que importaba si se la estaban cogiendo frente a mí. Ese típico aplauso sonaba por toda la habitación, el culo de Casandra bamboleaba encima de esa verga. El hombre parecía gozar más que ella pues no paraba de gritar, pero mi madre no se quedaba atrás «así papi, así te gusta, déjame sentir tu verga, quiero sentirla ah ah ah…» De repente ella se detuvo y comenzaron a besarse. Alcance a escuchar ...