Pamela - Relatos Eróticos

Pamela

... dijo Jaqui, -Están loquitas- concluyo Pepe, ¡En fin!, se quedan en su casa nos dijo educadamente y partió después de despedirse de su papa que aun estaba en el patio llamando por teléfono.

-Vamos a mi cuarto y nos acostamos un rato- ¡Ok! Contestamos Ale y yo, reímos como locas acostadas mientras escuchamos reggaetón; después de un rato Jaqui se metió a su baño y no salía, neta que estaba masajeándose quien sabe con quien, como no salía deje a Ale acostada y fui al baño que esta entre la recamara de Jaqui y el cuarto de tv, que mas bien es una sala de cine. Pude escuchar al don Agustín bebiendo y al teléfono aún, pero ya se le notaba un poco el efecto del alcohol, arrastraba un poco sus frases y su sentado no tenia nada de estilo.

Fui por Ale y Jaqui para ir a ver una película cuando salí del baño ¡Siiii! Exclamo Ale, por fa, quiero ver la de la muñeca mala (¿ya saben?) obvio de terror. Martita una señora adorable que siempre ha estado en la familia de Jaqui nos subió agua, palomitas y sodas, y hasta cobijas para el frio, estábamos en un jueves hermoso con mis amigas a punto de ver una peli de terror. Hay tres líneas de asientos muy pero muy cómodos para disfrutar de la pantalla, la verdad si quiero una sala como esta en mi casa algún día; Nos sentamos juntitas Jaqui a la izquierda dejando tres lugares vacíos a su izquierda, luego Ale, y yo, dejando un lugar vacío a mi derecha. Estábamos aterradas a pesa de yo haber visto la película, y nos abrazábamos como locas. ...

... Como a media película o un poco más subió don Agustín y se sentó a mi lado.

No puse mucha atención hasta que me abrazo desde su asiento y me pregunto ¿Qué? ¿A poco si da miedo la película?, -¡Hay si don Agustín!, ¿A usted no? Le pregunte, -Pero para nada- ¡ vente pa´ca´! -Dijo-Y me arrastro hacia el tomándome con una mano de la entre pierna y la otra de la espalda con mucha facilidad, -¡hay, pero que fuerte!- exclame en voz baja; sin soltarme de la entre pierna puse mi mano sobre la suya esperando que me soltara sin suerte…

-Don Agustin- le dije en voz baja nuevamente, deje me tapo por que hace frio por fa

-¡A claro! Y entonces me llego el olor a alcohol muy claramente, ¡tápese mija! Y se tapo junto conmigo, me tomo con fuerza de la entrepierna y sentí calor justo en mi estomago, me tomo con tanta firmeza que deje abierta mi pierna derecha, como si hiciera un cuatro, su mano estaba justo donde empieza mi intimidad, el jeans no permitía sensibilidad, pero era suficiente su calor y grosor de su mano para que me sintiera invadida. Bajo la cobija y la luz apagada entre las luces de la pantalla navegaban sensaciones como las de mis sueños, ahí junto a mis amigas el papa de una de ellas me tocaba sin pedir permiso, y creció un morbo carcomiendo mis entrañas, aislándome de la película y poniendo todos mis sentidos en su mano derecha justo ahí abajo.

Sentía claramente como quería que abriera más la pierna pero me era imposible por los brazos del sillón, ¿! En que estaba ...