1. Susan, la gringa de 60


    Fecha: 13/09/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: hecmat20, Fuente: CuentoRelatos

    ... manos dirigieron mi boca a sus pechos, como si una madre quisiese amamantar a un bebé. Entendí muy bien su intención, pegando mi boca a su pezón izquierdo succionando desesperadamente, con mordiscos de rato en rato. Susan aumento el ritmo de la cabalgada, ahora abrazando con ambos brazos mi cabeza sin poder escapar de su teta. Sentí como un poquito de secreción salía de su pezón.
    
    -“Fuck me, baby. Fuck me” – me susurró al oído.
    
    Cargué su cuerpo delicado poniéndola de espaldas sobre la cama y tomar la posición de misionero. Con las rodillas flexionadas y sus uñas incrustadas en mi espalda se la empujaba mientras enterraba mis dientes en su cuello. Sue tenía un olor increíble, me fascinaba su perfume y me la quería literalmente comer. Gemía, gritaba, la cama crujía a ritmo del sonido de mis huevos chocando con sus nalgas. Su boca busco la mía, sus manos pasaron a apretar mi culo con sus uñas rodeando mi ano. Sus ojos fijos a los míos y un jadeo profundo congelo su boca abierta. Susan se vino, temblando todo su cuerpo bajo el mío y con todo mi pene dentro de ella. Me mordió los labios salvajemente para luego sonreír agotada. Yo no me había venido.
    
    Todavía estaba entero, ella descansando con una sonrisa en los labios mirando el techo. Se tocó la chucha palpando lo mojada que estaba. Se medió sentó apoyando los codos y vio que mi pene todavía estaba activo. Vio el condón todavía vacío, no había eyaculado. Sonrió y se acercó como una gata hacia mi entrepierna, removió el ...
    ... preservativo para saborear mi glande. Con una seña le dije que se diera la vuelta para verle el culo y hacer un posible 69. Dos dedos penetraron su vagina y mi lengua en su ano era demasiado para ella. Estaba jadeando y empujando más sus muslos hacia mi cara, dejó de jugar con mi pene para solo reposar y lamer mis bolas mientras el placer la invadía. Su ano no lucía virgen pero tampoco extra usado. Me turnaba para lamer y jugar con sus dos orificios, Sue estaba llegando al clímax.
    
    Repentinamente cambió de posición para tratar de sentarse en mi cara, por el otro lado yo me eche completamente en la cama para recibirla. Con dos dedos ella estimulaba su clítoris mientras yo me comía su culo. Su excitación se acentuaba con el pasar de los minutos, estaba mojada y cerca al orgasmo. Yo estaba contento que le guste el jugueteo anal porque quería tomarla por ese agujero. Sue soltó un grito profundo, sacudió el trasero para poner su vagina en mi boca y recibir su gustoso orgasmo dulce y oliendo a lavanda. Era una señora muy higiénica.
    
    Con su jugo todavía en mi boca, se me acercó a besarme después de tomar unos segundos para descansar y compartimos su sabor los dos. Me dijo “Ahora me toca” y bajó hacia mi pene. Comenzó a lamerlo lentamente, primero con el glande y luego con la lengua exploro todo. Sue lo chupaba, lento, apretando mis testículos con sus uñas. Tenía que ser cuidadosa con el izquierdo, siempre fue muy sensible después de una operación que tuve de niño. Cada vez que se ...