1. Carla: un nuevo amigo de insospechado nivel


    Fecha: 19/09/2024, Categorías: Intercambios Autor: Dessert3, Fuente: CuentoRelatos

    ... apartamento pues de tarde está reservado.
    
    Se giró y lo comenzó a besar nada inocente, a pura lengua.
    
    —En serio aceptas? Dijo M, y le comenzó a tocar los pechos por debajo del babydoll.
    
    “Te juro Sergio, lo frené porque si no volvíamos a coger allí mismo, me calienta mucho”.
    
    -Irás a casa? Cocinaré pasta para ti…
    
    —Si, claro, y te agradezco lo que me dijiste de que esperabas que te propusiera mas… no te arrepentirás, mañana lo verás…
    
    Se fueron, algo inédito pues Carla nunca invitó a ningún amigo fijo a su apartamento, mucho menos a alguien que recién conocía. Pero sintió onda, y sabía que yo no tomaría a mal que lo invitara a donde tantas veces he ido. Por otra parte, por un compromiso familiar allí había alojado a su tío del interior, en una venida a Montevideo, y con ese sí que cogieron a gusto en su apartamento, ya sabrán de esa historia.
    
    Traslado, parada en fábrica de pastas para comprar sorrentinos. Parada en un shopping para que M comprara un boxer de recambio y a casa de Carla.
    
    Por supuesto, prácticamente intimidad total, le mostró el apartamento, zona Malvín frente al río, conversaron de todo un poco, hubo besos y caricias, almuerzo, café.
    
    —Si quieres me esperas en el dormitorio te gustaría una siesta? Yo me cambio en el segundo dormitorio, que lo uso como vestidor. En la suite tienes tu necessaire con tus cosas. No te escapes!
    
    —Allí te espero… Besos y Carla se fue.
    
    Al rato, aparece Carla a su dormitorio principal, lencería blanca de ...
    ... punta a punta, zapatos, medias y portaligas a la cintura, tanguita hilo con todo el trasero al aire y corpiño de media copa. -Hacemos una siestita?
    
    —Mmmm, difícil que pueda dormir teniéndote así. Como haces para estar siempre linda y diferente?
    
    -Uy que gentil! No sabes lo que te espera, desde anoche quiero hacerte algo…
    
    Acostate.
    
    Desnudo y a plena erección viéndola parada con esa lencería impresionante, M se acostó, y preguntó —Y ahora?
    
    Ahora te girás y venís al borde de la cama, te quiero en el borde de la cama.
    
    Una almohada fue al piso, Carla se arrodilló y lentamente le comenzó a practicar un oral bien húmedo, de base a punta, lamido a veces, chupado a veces, acariciando el pecho de él o dándole un dedo a chupar.
    
    De pronto, comenzó a bajar a los huevos, “unos lindos huevos, medianos, que le cuelgan bien” y él comenzó como a quejarse de placer.
    
    Un buen tratamiento allí y la sorpresa… doblá las rodillas, apoyá los pies en la cama, y ahí otra almohada va debajo de la cintura de él… -Disfrutá… y rápidamente comenzó a lengüetearle el ano. Lamida, giro, punteo, lamida giro punteo. M se retorcía de placer —Seguí, seguí, no pares!
    
    Mas y mas lengua, un dedo jugando sobre el ano ya empapado de salivaún dia te y subida a la cama, misionero con él metiendosela lentamente pero aumentando desesperadamente el ritmo hasta acabar y caer agotado al lado de Carla.
    
    Oral de limpieza, ronda de besos. Y las manos de M dirigiendo la cabeza de Carla hacia abajo. —Un poco ...