1. David de ébano


    Fecha: 24/09/2024, Categorías: Gays Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos

    ... y lo nuestro tiene fecha de caducidad.
    
    - Es una lástima.
    
    - Sí, pero no es solo por mi y mi afición a las pollas, también ella ha dejado de sentir lo que sentía por mí, lo noto, es más, estoy por decirte que tiene una aventura.
    
    - ¿En serio lo crees?
    
    - Sí, ¡ojo! no le reprocho nada, estaría bueno, con lo puta que yo soy, la de pollas que me he tragado y la de culos que me he follado está en su pleno derecho a coronarme con unos hermosos cuernos.
    
    - Entonces… ¿a qué estáis esperando?
    
    - Pues no lo sé, a qué llegue el día supongo, lo que sí tengo seguro es que no va a tardar mucho.
    
    - ¡Hello!
    
    Nos interrumpieron dos personas que se acercaron, uno de ellos era rubio, ojos azules, bronceado, pelo cortado a cepillo, muy buena forma física, sobre cuarenta años, uno ochenta de estatura, el otro una inmensa mole negra, sobre uno noventa y cinco, camiseta ajustada que dejaba adivinar un torso musculoso y unos brazos imponentes, los dos denotaban a lo lejos a los americanos de la base de Rota.
    
    - Hombre Ronald – Selu se levantó y lo abrazó – llegas tarde
    
    - Sí, lo siento, se me ha enredado un poco la cosa – hablaba en perfecto castellano.
    
    - Vaya, ¿este es el amigo del que me has hablado?
    
    - Oh, si, este es Rolando
    
    - Hola, encantado – Rolando hablaba con un marcado acento cubano.
    
    - Hola, yo soy Selu y este es mi amigo Einar, recojo, cierro y subimos – Selu tenía su vivienda encima del local de copas.
    
    - Yo me voy Selu.
    
    - Tú te quedas – me cogió ...
    ... del brazo y me habló al oído – yo solo no voy a poder con estos dos, mi culo ya no aguanta tanto.
    
    La casa de Selu era un amplio loft con una gran terraza que ocupaba toda la parte superior del bar, lo tenía decorado con muy buen gusto, nos sentamos en un enorme sofá y nos sirvió unas copas, comenzamos una charla intrascendente hasta que Selu y Ronald comenzaron a meterse mano, empezaron a besarse y antes de lo que se tarda en contar ambos estaban desnudos besando, lamiendo y acariciando, lanzaban gemidos y lamentos y me estaban poniendo caliente como una perra.
    
    Rolando me miraba sonriendo, era muy hermoso, un dios de ébano, me acerqué y le besé, pasé la punta de mi lengua por sus labios y abrió la boca, sacó la lengua y yo ansioso se la chupé mientras desabrochaba mi camisa, me la quité y Rolando me pellizcó los pezones haciéndome gemir, me levanté y me saqué los mocasines y el pantalón dejando mi polla al aire, mi negro me agarró por las caderas y me acercó a él, levantó mi polla y chupó mis huevos, los lamió y se los metió en la boca haciendo chasquear la lengua contra ellos.
    
    - Ay papi que rico, ay
    
    Oía los gemidos de Selu pero no podía mirar, mi dios de ébano me tenía fascinado, lamió con su lengua todo el tronco de mi polla hasta llegar al frenillo, se metió en la boca el glande y chupó como si fuera un pezón, mis piernas se aflojaron.
    
    - Papi mis piernas, joderrr.
    
    Continuó mamando mientras se quitaba las bermudas y el slip, yo saqué el pene de su boca y le ...