1. David de ébano


    Fecha: 24/09/2024, Categorías: Gays Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos

    ... sudábamos y el olor a sexo era increíble, cada vez que me daba un pollazo lanzaba un corto gemido, mi ano se abría y recibía aquel pene con hambre.
    
    - Plaf plaf plaf.
    
    - Ah, ah, ah, ah.
    
    - Que culo tienes amol.
    
    - Ay, ay que rico, ayyy.
    
    - Ugh ugh ugh.
    
    - Ay papi, ay mi negro, ay, ay.
    
    Rolando era incansable, se sujetaba sobre sus enormes brazos y metía y sacaba su polla de mi culo sin descanso, resoplaba y chorreaba de sudor y a cada empujón parecía querer meterme hasta sus huevos, mi esfínter se había dilatado como nunca lo había estado.
    
    - Ay, ay que me matas, ay que gusto.
    
    - Sí mi amol, mi polla es tuya.
    
    - Ah ah ah ah ah.
    
    - Plaf plaf plaf.
    
    - Ay, ay que me meo papi, me meo.
    
    Al principio me pareció que me meaba, luego, noté algo parecido a lo que se siente al inicio del orgasmo pero no tan localizado en el vientre, más extenso, me subió al pecho, a la cabeza y explotó, mi polla comenzó a soltar semen como un grifo abierto, lancé un gemido prolongado que se me escapó del alma, mi cuerpo se aflojó, el placer lo inundaba todo.
    
    - Aah ah ah, me corro amol, me corro Aaarg.
    
    Metió su enorme polla hasta los cojones, yo estaba desmadejado, empapado en sudor, mi respiración entrecortada, no se si tuve un solo ...
    ... orgasmo largo e intenso o varios seguidos, estaba sin fuerzas, el placer había sido tan intenso…
    
    - Dios papi, ¡que polvo!
    
    Sacó su polla de mi culo, seguía enhiesta, se quedó allí delante de mí, sentado sobre sus talones, su piel brillando por el sudor, hermoso como un David de ébano, yo continuaba en el suelo incapaz de incorporarme, el esfínter me palpitaba y me escocía, también estaba empapado en sudor, se sacó el preservativo y el semen le cayó por el cuerpo de su polla hasta sus huevos, me arrastré hasta él, lamí el semen de sus cojones, subí hasta el glande tragando goloso aquella espesa lefa que sabía ligeramente amarga hasta dejarle el pene limpio y reluciente.
    
    - Joder Selu, ¡que calladito te lo tenías! – estábamos sentados en la alfombra con la espalda apoyada en el sofá, bebíamos vodka y fumábamos un pitillo de maría, los dos americanos hacia rato que se habían marchado.
    
    - Ronald y yo mantenemos una especie de relación desde hace un año más o menos
    
    - ¿Y lo del amigo?
    
    - No tenía pensado que fuera para ti pero mira, eso que te llevas.
    
    - ¿Cómo me ha quedado el ojete?
    
    - Einar, querido, ya te lo he dicho, ese pollón te lo ha dejado abierto como un coño.
    
    Sí lo deseáis, podéis escribirme a
    
    [email protected]
    
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