1. Novia Fiestera


    Fecha: 29/09/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... allí mismo, pero ella para y me aprieta muy fuerte con el pulgar la parte inferior de mi pene. Eso hace que me tranquilice. Se pone de pie y me dice:
    
    —Te hice un “cum block”, así seguimos por más tiempo que la noche es joven.
    
    Seguimos bailando hasta que se acabó la bebida del vaso. Me pide que sirva más, yo protesto y le digo que le toca a ella. Me responde que no, que es mi deber mantener el vaso lleno y me recalca que si quiero que me siga bailando rico debo hacer caso y portarme bien. Suele ser sargentona ella, una sexy sargentona.
    
    Me voy a servir más alcohol. La veo que está con el celular pegado al oído. Empezaron las notas de audio, ¿con quién estará hablando, con una amiga?. Al volver me pica la curiosidad de lo que husmee en su móvil y le pregunto:
    
    —Che, ¿te escribieron, aparte de minas, vagos?
    
    Ella me mira seria.
    
    —¿De verdad querés saber? —Yo asiento—. Sí, obvio. Me comentan que les encantaría estar acá y que le tienen una tremenda envidia a mi novio.
    
    Ya casi apenas bailábamos. En un momento me pregunta si faltaba hielo o bebida, a lo que le respondo que no. Esa pregunta me dio mala espina, por lo general la hace cuando va a recibir visitas. Deja su celular en la mesa y me abraza rodeándome el cuello con los brazos. Nos besamos intensamente enredando nuestras lenguas. Se escucha el ringtone de su celular y se separa rápidamente.
    
    —Disculpame un momentito —me dice tomando su teléfono, encara para la salida pero luego cambia bruscamente de ...
    ... dirección para la habitación. Se habrá acordado de que estaba semidesnuda para ir afuera.
    
    Me acerco hacia la puerta para escucharla, pegando el oído. No podía bajar el volumen de la música porque sería super obvio. Lo único que oigo son unas risitas suyas y, al parecer, algunas indicaciones para llegar a la cabaña. Me aparto rápido a esperarla.
    
    —¿Qué pasó, amor? —le pregunto cuando sale.
    
    —Bebé, va a venir dentro de un rato un amigo mío.
    
    —¿Eh?, ¿no era que íbamos a estar los dos solos?
    
    —Tranquilo bebé, sólo va a venir un ratito a nuestra fiestita. Al fin y al cabo, nosotros dos vamos a estar solitos más tarde… en la cama.
    
    Se dirige a la notebook para poner un tema.
    
    —Bueno, vamos a seguir bailando, baby —me dice.
    
    «Y le dicen la turraka-taka, mueve la butaca-taca, rompe con el taka-taka». Suenan los parlantes y comienza a bailarme perversamente.
    
    A los 15 minutos llega el amigo, un tipo alto, de espalda ancha, mirada ganadora y confiada, era como si Chris Evans estuviese ahí en el umbral de la puerta. Lo primero que le dijo Daniela es que se quite su cara y perfumada camisa junto con su pantalón de gabardina, le dio una blusa como la mía y así, con ropa interior, estábamos los tres bailando en medio de la hogareña pista. Ella bailaba con él, luego conmigo, hasta que, de a poco, nos juntó hacia ella como en un sandwich. Antes de que la situación me empiece a incomodar de forma abismal suena el móvil de mi novia. Tras terminar la comunicación, informa que su ...
«1234...»