1. La búsqueda de Rafael


    Fecha: 01/10/2024, Categorías: Gays Autor: Pedro Viejo, Fuente: CuentoRelatos

    Me llamo Rafael, y he contado mi historia de forma muy breve en otro lugar. Aquí me extiendo más, porque me parece que reduje mucho mis vivencias durante el periodo que estaba contando. Así daré más información y compartiré con ustedes lo que ha ocurrido o vaya ocurriendo (si es que algo sucede).
    
    Como digo, me llamo Rafael y soy o era ingeniero; tenía un pequeño negocio, de motores; uno de mis intereses siempre ha sido la invención, con lo que siempre estaba ocupándome de mejorar diseños ya existentes o fabricar prototipos y experimentar. Uno de mis diseños tiene unas características que permiten un desempeño superior en ciertos motores especializados, y eso atrajo el interés de una empresa multinacional, que me compró la patente, seguramente con el fin de evitar la competencia. En estos momentos tengo unos ingresos garantizados para toda la vida que me permiten seguir con una vida no de rico pero sí de persona libre; eso es lo que te da el dinero.
    
    Tengo tiempo para mí, mis gustos y gastos no son excesivos, y creo que en casa vivimos bien, sin estrecheces.
    
    En casa estamos solamente mi hijo Hernán y yo; él tiene 20 años, estudia en la universidad, y parece contento. Mi mujer falleció hace unos años, y este golpe tan duro lo sentimos enormemente él y yo y lo superamos juntos. Ahora cada uno tiene su vida, más o menos separada del otro, con sus ocupaciones, pues yo sigo dedicándome a investigar en mis cosas y él continúa con sus estudios, amigos…
    
    Tengo 58 años, y, ...
    ... como dije, mi hijo tiene 20; soy algo mayor para padre de alguien tan joven; la diferencia con mi mujer era de trece años; yo me casé talludito, pero fui muy dichoso. Y dichoso he sido hasta ahora, en que esta obsesión me acomete de continuo.
    
    Toda mi vida he sido heterosexual, no he sentido la tentación de otros hombres, ni interés especial; como todos, aunque algunos nieguen que les pasa, puedo ver que hay hombres guapos, atrayentes, pero de manera digamos desinteresada, sin que me atrajeran. Tampoco siento asco ni repulsión por los homosexuales, que tanto derecho tienen a querer a quien les dé la gana que consienta como los demás. Eso no ha sido un problema en mi vida. De modo que yo estaba sereno, y después de la muerte de mi mujer, tras un periodo de luto que me mantenía alejado del sexo, volví en algunas ocasiones a tener sexo con alguna prostituta, o alguna masajista, cosa que era lo que más me gustaba, pues me encanta el contacto de las manos, de los cuerpos, las respiraciones cercanas… Tengo algunas chicas de confianza, y a ellas voy de vez en cuando y me quedo satisfecho un tiempo. A mi edad tampoco quiero grandes actividades fiesteras ni excesos.
    
    No me cuido especialmente, pero estoy bien de salud, si bien con un poco de panza, pero nada excesivo. Tengo bigote, que he llevado toda la vida, y una perilla que de vez en cuando hago desaparecer, y luego dejo crecer otra vez.
    
    Ya he contado suficiente sobre mis antecedentes, creo, y lo que ustedes quieren saber es ...
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