1. Cogiendo a full las mellizas polacas en la selva misionera


    Fecha: 01/10/2024, Categorías: Incesto Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    ... rodillas. Me la acariciaba y no dejaba de mirarla.
    
    - Bésala. Dije.
    
    Ella fue dándole besos a todo lo largo, y abrió un poco su boca para chuparla. Lo hacía como podía, mis gemidos le indicaban que iba bien. De a poco mejoraba y se la trato de meter toda en la boca, no pudo.
    
    La hice poner en cuatro y con cuidado fui metiéndola.
    
    - Espera, dame la camisola. Dijo.
    
    Se la di y nuevamente se la metió en la boca. Seguí penetrándola, su concha era muy estrecha, y se abría al paso de mi verga. Ella gemía sin parar. Poco a poco fui moviéndome y ella ya gritaba de placer. Sus fluidos vaginales ayudaban a mis movimientos, ahora ya me movía con todo. De repente arqueó la columna y sus músculos vaginales apretaron mi pija con todo. Casi me hace acabar.
    
    Me salí un poco y me puse a chuparle el orto.
    
    - No seas cerdito. Me dijo separando sus cachetes con todo.
    
    Le metí un dedo en el culo y ella resoplo con todo. Lo moví un poco, moje otro dedo en su concha y lo metí.
    
    - Sos muy cerdito, Nico. Dijo y se empezó a mover ella.
    
    Sin sacar mis dedos, se la metí de nuevo en la concha. Ella casi no llega a morder la camisola cuando dio un tremendo grito de placer. Tome su mano y la lleve a su clítoris. Se acariciaba con todo mientras yo la penetraba por los dos lados.
    
    - No me termines en mi concha, por favor.
    
    - ¿Dónde queres?
    
    Ella giró la cabeza para mirarme a los ojos y dijo:
    
    - Donde vos quieras, menos ahí.
    
    - Ponete de rodillas.
    
    Se puso de rodillas y me ...
    ... masturbe junto a su cara, ella abrió su boca y le acabe adentro. Trago toda mi leche y se sonrió. Levantó su calzón, lo guardó en un bolsillo y se puso la camisola. Volvimos al camper.
    
    - Necesito vodka. Dijo cuándo se sentó
    
    Serví para los dos y me sonrió.
    
    - Gracias, hace muchos años… y mi marido no tenía eso. Es grande en serio. Dijo.
    
    - Más o menos.
    
    - Pensé que ibas a terminar en mi culo.
    
    - Tuve miedo de lastimarte. Por eso.
    
    - Gracias. Supongo que te estarás riendo de esta gringa. Vieja, con un calzón horrible de vieja, toda peluda. Vi en internet que ahora se usa otra cosa. Solo que acá, para que… si hubiera sabido que ibas a venir… hasta perfume me pongo. Dijo sonriendo.
    
    - Berta, sos una mujer hermosa, y muy caliente. Olvidate del resto.
    
    - ¿Te puedo pedir algo Nico?
    
    - Si está a mi alcance, no hay problema.
    
    - No embaraces a las chicas. Están con las hormonas a mil por hora, nunca estuvieron con un chico. Y están super excitadas con tu llegada. Solo eso, no las embaraces.
    
    - Berta, me parece que divagas.
    
    - Soy su madre, tienen mi misma sangre. Las escucho cuando a la noche se masturban mirando la computadora. ¿Qué les voy a decir? Yo también lo hago. Una noche las espié y se estaban tocando mutuamente y dándose besos. Somos tres mujeres solas y aisladas Nico.
    
    - Primero quiero tu culo.
    
    - Cerdito.
    
    - ¿Te gustó chuparla?
    
    - Me encantó, nunca lo había hecho. Y tragarme tu leche, muy rica.
    
    - Anda a ver si se durmieron. Dije.
    
    Ella ...
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