Cogiendo a full las mellizas polacas en la selva misionera
Fecha: 01/10/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... se levantó y fue a ver.
- Si, ¿Qué queres hacer?
La tome de la mano y fuimos detrás de la camioneta, donde no nos podían ver. Me acosté en el pasto, baje mi pantalón y le dije que me la chupe. Ella comenzó a chupar con todo. Acomode su culo, poniéndolo hacia mí, y mojando dos dedos en su concha, los metí en el culo.
Berta chupaba enloquecida, un tercer dedo entro a su culo casi con facilidad.
- No doy más, métela. Me pidió Berta.
Me paré y de a poco se la fui metiendo. Ella mordía la camisola para no gritar. Se la metí toda y empecé a encularla con todo. Ella no paraba de gemir y gemir. Su culo era estrecho y ella ayudaba cerrando su esfínter. Atenazaba mi pija en su culo. No tarde en acabar adentro dándole un fuerte chirlo en el culo. Se la saque y se la di a chupar. Ella me chupo con todo, terminado de sacar mi leche y dejándola limpia por completo.
- Me gustó mucho. Fue mi primera vez. Dijo Berta.
Se levantó y fue para la casa. Yo entre al camper y me tire a dormir. Me despertaron los golpes en la puerta.
- Nico, a desayunar. Dijo una de las chicas.
- Voy. Dije.
- Buen día. Dije cuándo entre a la cocina.
- Muy buen día. Me saludó Berta desde atrás de las chicas con una sonrisa.
- Hola, Nico. Dijeron las dos a dúo.
- Nico, no quiero molestarte, pero, ¿Podes llevar las chicas al pueblo, no es lejos, tienen que comprar algunas cosas? Siempre van caminando, pero parece que hoy están vagas.
- No hay problema, las llevo. ¿Necesitas que ...
... saque el camper para cargar en la caja?
- No, no, no es necesario.
Terminamos de desayunar y subimos a la camioneta. Las dos estaban excitadas por ir conmigo, hasta pelearon por quien iba adelante. El trayecto era de cuatro kilómetros.
- Nico, ¿Tenes novia?
- No Dulce no tengo novia.
- Ah. Raro, sos muy lindo. Dijo Estela.
- Gracias, Ud. son hermosas. Dije y ellas se rieron.
- Cuando volvamos, tenemos que hacer algo en casa y después vamos a la cascada. Dijo Dulce.
- Bueno, no hay problema.
Llegamos al pueblo y me pidieron que las deje en un supermercado. Yo estacioné y fui a caminar y conocerlo. Casi una hora después vi que me esperaban al lado de la camioneta.
- Listo Nico, podemos volver. Dijo Estela.
El camino de regreso fue casi en silencio, solo interrumpido por sus risitas cuando miraban las bolsas con lo que habían comprado. Llegaron y entraron corriendo a la casa. Me puse a ordenar el camper adentro con la puerta abierta y escuche a Berta que me decía.
- Te lo dije, están con las hormonas a tope.
- ¿La pasaste bien anoche?
- Muy bien, me hiciste sentir joven y deseada.
- Sos joven y yo te deseo.
- Sos tremendo. Ahí mate un lechoncito, esta noche lo comemos asado.
- ¿No te molesta si cuando volvemos de la cascada nos sentamos a charlar, anoche y hoy estuve pensando y se me ocurrió algo?
- No, como me va a molestar. Va a ser un gusto escucharte. Solo espero que estas dos te dejen fuerza para hablar…
- Berta…
- ...