1. Mi mujer le cobra la tercera cuota del gimnasio a Ricky (3)


    Fecha: 04/10/2024, Categorías: Intercambios Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    ... lo pajeaba.
    
    -Bajá más, bajá más, te quiero sentir.
    
    Se agachó Ricky hasta la concha de mi mujer que se devoró sin más, metiéndole la lengua hasta el fondo.
    
    -Esperá, más suave, potro salvaje, le dijo y lo volvió a acercarse suavemente, sacá la lengua y apuntá arriba, le ordenó.
    
    Así lo hizo Ricky y le empezó a lamer y chupar el clítoris, al punto que mi mujer tuvo un multi orgasmo en dos minutos, tomándole la cabeza de los pelos contra su concha ávida de placer. Se le aflojaron las piernas y tuvo que apoyarse en los grifos de la ducha, ofreciendo su hermoso culo a la pija dura y ansiosa de Ricky.
    
    -Despacito, por favor, arrimala y me la vas metiendo de a poquito, que la tenés bien dura, grande y gruesa.
    
    Ricky hizo lo que le ordenó tomándola de la cintura y acercando su glande a la concha chorreante de mi mujer, se la fue metiendo hasta el fondo. Cuando Luli sintió la pelvis del muchacho contra sus glúteos empezó un meneo circular y un vaivén lento para sentirlo más adentro y para que no se corriera enseguida, pero el caramelito sintió la calidez, la suavidad y la humedad de la vagina de mi mujer cogiéndoselo y no pudo evitar una prolongada y precoz eyaculación que la llenó de leche joven y nutritiva.
    
    Luli se siguió moviendo al notar que la pija no se ablandaba, más y más, mientras el joven se quedaba quieto, aunque temblaba de placer. Lo acometió con más embestidas hacia atrás por varios minutos hasta obtener otro multi orgasmo de campeonato, que la hizo ...
    ... gemir y gritar desaforada. Cuando se calmó, se volvió y le dio un largo beso de lengua acariciando el preciado culo del chico.
    
    -Hijo de puta, la tenés parada todavía. Qué fuerte que estás bombón. Vamos al banco.
    
    Lo recostó boca arriba cerca de la punta para sentarse enseguida sobre la poronga parada de un saque y gimiendo como perra en celo. Lo cabalgó, se meneó, lo besó, le pasó los pechos por la boca y siguió montándolo varios minutos, que pusieron a Ricky a mil, pero no lograban acabar. Cuando se cansó de cabalgar encima de él, lo atrajo hacia sí para volver a comerle la boca y le dijo al oído:
    
    -Ya sé lo que querés, vamos a la ducha, y lo puso contra los grifos.
    
    Empezó a franelearle los glúteos con crema enjuague y enseguida pasó al orificio anal con dos dedos directamente y luego con tres, mientras le decía que quería que le diera más de su leche joven y espesa adentro.
    
    -Esto mismo me tenés que hacer vos, ¿entendés?
    
    Mientras, le masajeaba el perineo con tres dedos hasta el fondo.
    
    -Probá primero con uno y yo te voy diciendo como seguir.
    
    Así, Ricky le metió un dedo, después otro y por último tres dedos y mucho mete y saca con crema enjuague hasta que lo tuvo bien lubricado.
    
    -Ahora ponémela, pero despacio, como con los dedos, en el culo. La quiero toda adentro, pero de a poco.
    
    Ricky le puso el glande que entró bastante fácil y fue empujando y parando, entrando y saliendo mientras el culo ávido de Luli se iba amoldando a su tamaño. Ella colaboraba ...