Héctor me enseña el placer de la humillación
Fecha: 08/10/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: hecmat20, Fuente: CuentoRelatos
Llegué a mi apartamento que ahora llamo “De soltera” para encontrarme con Hector, un chico 10 años menor que yo que ha vuelto a despertar mi apetito sexual por segunda vez. Últimamente hemos estado explorando muchas cosas que me ponen nerviosa descubrir, pero me encanta satisfacerlo y me excita mucho tan solo pensar que puede pasar en cada encuentro.
Eran ya casi las 11 am y Hector me estaba esperando ya adentro del apto, habíamos acordado vernos en las mañanas porque así evitamos las preguntas de mi esposo si me demoraba de noche, además que él también salía las mañanas al trabajo. Mi Daddy ya tenía las llaves de la mi renta porque le saque una copia y pase a dejársela debajo de la puerta de su oficina. Solo me comentó que podía venir vestida como quisiera, pero si quería que le haga algo de comer, algo sencillo.
Al entrar al apartamento, Hector me recibió con un beso apasionado apenas cerré la puerta, después de un momento largo de acariciarnos, me preguntó si estaba lista. Dije que “SI”. ¿Para que? No lo sé, solo sé que me gustaba estar con él y lo que estábamos experimentando. Me llevó de la mano hasta la sala y me situó en medio al lado de una balanza.
Por orden de mi master, me quité toda la ropa con algo de vergüenza que alguien pueda verme por los ventanales del balcón. Totalmente desnuda, me trepe a la balanza. Sin levantar la mirada de su teléfono, Héctor me pregunto mi peso.
- “145 libras”. –Dije con algo de desilusión de haber subido unas libras ...
... después de casarme otra vez.
Héctor levanto la mirada, y me dio temor que pensara que estaba mintiendo acerca de mi peso. Camino al baño lamente porque me olvide decirle Daddy… A regañadientes entré a la ducha para asearme a pesar que estaba recién bañada. La renta tiene dos cuartos, y un baño que conecta el hallway con el cuarto principal. Tenía ordenado entrar siempre por el hallway y salir por la puerta del cuarto, para mi sorpresa al salir, encontré diferentes juguetes sexuales extendidos en la cama: consoladores, vibradores de todos los tamaños y colores. También había pequeños consoladores de forma de flecha y otras cosas que no sabía que eran. Reconocí otros como esposas, abrazaderas y látigos de diferentes diseños. Mentiría que no me haya sorprendido como un caballero como Hector, pueda ser tan pervertido en privado.
Llegué a la sala, la balanza no estaba y fui ordenada al centro dando la espalda a Hector que estaba sentado en el sofá. Pensando todavía en lo que había visto en la cama, mi mente no aterrizo hasta sentir un dedo gordo afueras de mi ano. Mi chucha estaba ya mojada y mi Daddy, con una sonrisa muy siniestra, comenzó a examinar mi culo y chucha al mismo tiempo. Tenía fácil acceso porque estaba parada agachada abriendo mis nalgas. Me sentía expuesta, nunca he dado tal show a nadie, pero todo este juego me ponía húmeda.
- “Cuántas sentadillas has hecho al día?” –Pregunto mi master.
-“Ahhh…” .- No supe que decir porque no había hecho ninguna.
Mi Daddy ...