1. Mi cuñada, mujer caliente si las hay


    Fecha: 08/10/2024, Categorías: Incesto Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    ... metió el pequeño en la concha y gemía sin parar.
    
    -Chupame la pija.
    
    -Me tratas como a una puta Pedro…
    
    -Sos mi puta. Ahora sos mi puta, mi objeto de placer.
    
    Ella respiro profundo y se puso a chuparme sin parar.
    
    -Metete el grande.
    
    Se puso de costado para mostrarme como se lo metía y lo movía. Tuvo un orgasmo y se quedó quieta por un par de segundos.
    
    -¿Que más haces con tus juguetes?
    
    -Pedro, no…
    
    -¿Quién es mi puta?
    
    -Yo…
    
    Y sin sacarse el consolador grande del culo, chupo dos veces el chico y se lo metió de una en el culo.
    
    -No me engañes, anoche los quejidos no eran de ese consolador.
    
    -No…
    
    Dijo y se sacó el consolador grande de la concha, se puso de rodillas paralela a mí, con su boca en mi pija y su culo hacia mí y se lo empezó a meter. Lo fue enterrando de a poco. Se quejaba y gemía sin parar. Lo empezó a mover y no paraba de chupar. Como su concha ya estaba abierta y totalmente húmeda, metí los cuatro dedos juntos. Ella se quejó pero no dejo de masturbarse el culo.
    
    Tirando de los pelos de su cabeza hice que deje de chupar.
    
    -Quiero ver como acabas por el culo.
    
    -Si… me gusta sentir algo grande en el culo. Soy muy puta Pedro… tu puta… quiero que me cojas cuando quieras, por donde quieras. Quiero sentir tu calentura, tu fuerza.
    
    Hablaba y más se excitaba. Tuvo un orgasmo y cayó sobre la cama. La puse boca arriba y me masturbe acabando en toda su cara, boca y pecho. Ella juntaba mi leche con los dedos y la chupaba.
    
    -Pedro, ...
    ... perdoname, estoy muy caliente. Soy muy caliente.
    
    -Muy puta Natalia, muy puta. Vos lo dijiste, cuando quiera, donde quiera, por donde quiera.
    
    -Si Pedro.
    
    Ella tomo los consoladores, los guardo y se fue a lavar. Bajamos, calentó de nuevo mi café, y se fue a hacer los dormitorios. Cerca de las once llego Pablo con Cande, la hermana de Natalia. Si Natalia era hermosa, la hermana era una diosa total. 19 años, un metro sesenta y cinco aproximadamente, castaña como la hermane pero mucho más linda. Algo que me volvió loco era que miraba a los ojos.
    
    A la tarde salimos con Pablo a caballo y me conto su problema.
    
    -No le dije nada a Natalia, pero parece que es irreversible. Una lesión de un nervio. Tras que yo no era para nada dotado… no funciona.
    
    -Pablo, ¿Por qué no vamos a Buenos Aires?
    
    -Ya hicieron interconsultas. No hay nada que hacer.
    
    -Que cagada.
    
    Seguimos cabalgando un rato y volvimos a la casa. Tuve la sensación que Pablo quería decir algo más.
    
    -¿A qué te dedicas Pedro? Me pregunto Cande mientras cenábamos.
    
    -Hago sistemas web, compra-venta, sitios de negocios, etc.
    
    -Ah, podes trabajar desde cualquier lugar, que copado.
    
    -Si, mientras tenga un buen acceso a internet, no tengo problema.
    
    -Yo no entiendo mucho. Recién me contaron en el pueblo que un cable importante pasa por el pueblo y le hicieron una bajada. Y que ahora podemos tener 1000 megas. En casa ¿eso es bueno? Preguntó Pedro.
    
    -Espectacular, a nivel EEUU. Debe pasar lo que llamamos un ...
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