1. La contadora: El congreso


    Fecha: 14/10/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Theresa1986, Fuente: CuentoRelatos

    ... por mi espalda nuevamente y las frotó sobre la pendiente de mis nalgas.
    
    Entonces él me dijo: "Uy, ¡mira esto!" Acababa de encontrar los lazos en mis caderas que mantenían mis bragas puestas.
    
    Me preguntó: ¿qué pasa si desato esto?"
    
    "Serías un descarado" -respondí. "¿Qué esperas?... ¡descarado!" lo invité.
    
    Tiró de un lado de la cuerda y luego del otro, y las bragas quedaron en su mano.
    
    "Eres una caja de sorpresas, Julia".
    
    Lo miré entonces, dándole una especie de mirada erótica y dije: "A sus órdenes caballero." Me volví a poner el vestido negro, claro que ahora sin bragas debajo. Me acerqué y le susurré: "Me gusta que me cojan vestida."
    
    "Vamos a dejar que el Sr. Frank nos entretenga un poco más y luego seremos vos y yo". Me respondió.
    
    Le sonreí y asentí con un cerrar de ojos.
    
    "Es maravilloso tener en mis brazos a una prestigiosa contadora casi desnuda".
    
    "Cómeme, así vestida, me tenés tan caliente."
    
    "¡No lo olvidaré!" respondió.
    
    Luego me atrajo hacia él otra vez y bajó las manos agarrando mis nalgas, con una en cada mano. Estaba moliendo su rígida pija en el vello de mi concha con cada movimiento del baile.
    
    El baile terminó y él susurró: "Gracias, Sr. Frank, ahora tengo trabajo que hacer con esta distinguida señora".
    
    Dicho esto, me levantó en brazos y me llevó al dormitorio. Me puso mirando hacia arriba. Me reacomodó tirándome hacia el borde de la cama, de modo que mi trasero estaba justo en el borde. Se arrodilló y pasó una pierna ...
    ... sobre cada uno de sus hombros, con la cara y la boca enterrada en la humedad de mi concha, sus labios y su lengua justo en mi vulva.
    
    Cada tanto me miraba, yo lo observaba atentamente. Y volvía inmediatamente a la atención hacia mis labios vaginales. Me hizo temblar y gemir. Insertando su lengua dentro de mi concha, mientras mi cabeza se movía hacia adelante y hacia atrás sobre la almohada de arriba. Él sabía que yo estaba casi lista para un orgasmo. Abrí más las piernas para recibirlo. Se movió hasta que estuvo justo encima de mí, su pene sobresalía de su cuerpo y estaba listo para mí. Y lo acurrucó en mi concha con la cabeza de su verga ahora cómodamente dentro de mí.
    
    Empujó contra mí, agarrando mis caderas desnudas y tirando de mí al mismo tiempo, para alojarse profundamente dentro de mi vagina. Era lo que había estado deseando y esperando desde las primeras horas del día. Este al menos fue el pensamiento que cruzó por mi mente en ese momento, cuando él comenzó a llenarme con su gran pene. Él se acomodaba en un ritmo conmigo, cogiéndome más y más fuerte.
    
    Después de que Mateo finalmente metió toda su pija en mi concha, se movía vigorosamente y de repente se detuvo y sacó su miembro hasta que solo la punta estaba todavía en mi concha. Quedé algo desorientada. No entendí la maniobra.
    
    Estiré el brazo para alcanzar su pene. Pero él golpeó mi mano desviándola del camino.
    
    "¿Recuerdas lo que te dije hace unas horas en el break, en el Congreso? -pregunto. Solo lo miré. Y ...