1. Mi tía, mi prima y la montaña (8)


    Fecha: 14/10/2024, Categorías: Incesto Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    Una situación comprometida.
    
    Marta se puso el vestido con rapidez y se sentó junto a la ventana con un libro en la mano. Mi prima y yo nos metimos en el sobrado con la ropa en la mano tas la cortina de sacó. El tipo de cortina nos permitía ver todo el espacio donde se encontraba Marta pues tenía más luz, mientras que nosotros estábamos prácticamente a oscuras.
    
    Encontramos un silla vieja palpando y me senté sobre ella mientras Laura lo hacía sobre mi regazo.
    
    –Me vas a partir la polla prima!
    
    –Joder, es que apenas hay sitio!
    
    Mientras susurrábamos entró Nico, el tío de Marta. Era algo más alto que su padre, pero igual de fornido.
    
    –Hola pequeña! Que haces aquí sola?
    
    –Me he venido a leer mientras papá se echa la siesta!
    
    –Jajaja, le he oído roncar al entrar en casa. Seguro que iba bien de vino! –comentó a la vez que se acercaba a Marta para darle un beso en la mejilla.
    
    –Y tú, que haces aquí? No te esperaba hoy!
    
    –Me apetecía verte, pequeña! Tenía ganas de tocar tus tetitas! –dijo sin cortarse.
    
    –Ya has comido? –le preguntó Marta.
    
    –Si. Y cuando estaba tomando el café en el bar, Toñi me la ha puesto dura enseñándome sus tetas, jajaja!
    
    –Te las ha enseñado?
    
    –Solo una parte con esos escotes que se pone, jajaja! Pero no se ha conformado con eso y cuando ha salido a recoger los vasos que había sobre las mesas me ha pasado el culo por la bragueta, jajaja!
    
    –Y te la ha puesto dura?
    
    –Compruébalo tú misma, jajaja!
    
    Si el padre de Marta daba algo de ...
    ... miedo, el tío lo daba aún más. Sus brazos eran como mis piernas, y la anchura de su espalda era como un armario ropero.
    
    Laura tampoco se cortó, y le bajó la cremallera del pantalón para hacer la comprobación que la había sugerido. Metió la mano y sacó una enorme polla en plena erección.
    
    –Pues si que te la ha puesto dura, jajaja! –comentó Marta aguarrada con una mano al tenso y venoso tronco.
    
    Noté cómo Laura movía el culo sobre mi polla aplastada al ver esa indomable verga.
    
    –No te muevas, que me la vas a tronchar! –susurré a su oído.
    
    Se levantó un poco y toqué con las manos su hermoso culo desnudo. Era delicioso tocar las dos sandías separadas por una gran raja. Cogió mi polla, que seguía como la lanza de un caballero a punto de batirse, y se la introdujo en su mojado coño bajando con lentitud.
    
    –Qué haces? –pregunté asustado viendo tan cerca al tío de Marta con el armatoste fuera.
    
    El fuerte ruido de la lluvia ahogaba el sonido de nuestros susurros, y Laura me contestó.
    
    –No pensarás que voy a aguantar viendo cómo se la folla sin hacer nada!
    
    La muy puta pensaba follarme mientras miraba lo que hacían a través de la cortina. Marta había comenzado a lamerla la enorme fresa que sobresalía al final del tronco. Tenía la boca grande, y no tuvo problemas para metérsela en la boca en pocos segundos. Podíamos ver cómo sus mejillas se abultaban al succionar el enorme rabo. Estaba claro que no era la primera vez que se comía ese pepino viendo cómo lo chupaba a la ...
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