¿Puedes atenderme?
Fecha: 26/10/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: Ber, Fuente: CuentoRelatos
... ti?
–Tienes razón, no debería afectarme, pero ¡lo amo! –exclamó y volvió a los lloriqueos y yo volví a abrazarla y masajear sus chiches.
–¡Eres un aprovechado! –me reclamó quitando mi mano de sus copas–, al rato te dejo hacerme lo que quieras, puto…
Seguimos comiendo, platicando de otros asuntos. Yo me había calentado al sobarle el pecho y cambiaba la plática hacia las novedades sexuales que podría haber adquirido o a las variedades de las características de los más recientes hombres que ella se había tirado.
–No hay mucho, las relaciones se dan sin que uno piense cómo va a coger. En mi caso, veo a alguien y, si me gusta, empiezo a coquetearle hasta que cae, las tetas ayudan… –me dijo pegando su hermoso tetamen en mi brazo.
–Pues vayamos a verificarlo –le dije antes de pedir la cuenta y ella me lanzó una mirada de aprobación acompañada de su divina sonrisa pícara.
Regresamos a mi casa
–¿Quieres tomar algo para reposar el desayuno?, no es bueno el ejercicio inmediatamente después de comer –dije en alusión a que cogeríamos con enjundia.
–¡Ja, ja, ja! Claro que reposaremos antes, no nos vaya a dar una indigestión. ¿Te imaginas, quedarnos tiesos los dos en pleno clinch? –me dijo jocosamente.
–Te confieso que hace años no pensaba en eso como impedimento, si acaso no meterme al agua, pero nunca lo pensé para zambullirme en una vagina, ahora sí lo pensaría. –dije, pero ella ya se había bajado la pantaleta antes de sentarse en el sofá.
–Ni por una ...
... tan rica como ésta… –dijo al subirse la falda y abrir las piernas.
¡Se veía hermosa!: pelos negros alborotados sirviendo de marco a unos labios exteriores sumamente hinchados y al abrir los morenos labios interiores con los dedos aparecía una oquedad roja, incitante, pero lo verdaderamente irresistible era el aroma a puta… Me acosté en el sofá y acerqué la cara para aspirar mejor el perfume de mujer en celo.
–También puedes catar el sabor con la lengua, ya lo conoces, sin añadidos, como está ahorita –precisó al acercar más su panocha a mi cara.
Saqué la lengua y lamí a discreción, mientras ella acariciaba mi cabello y presionaba mi cara en su vulva. Quitándose la blusa me dijo “Vamos a la cama, que yo también quiero postre. Me gusta chupar paleta”, así que dejé de lamer panocha y me senté para quitarme la camisa, dejándola sobre las dos prendas que se había quitado y me encaminé a la recámara donde terminamos de desvestirnos y, aún de pie nos dimos un dulcísimo beso apretándonos en un abrazo que también enredó los vellos de nuestros sexos. Prácticamente me tumbó en la cama y sonrió al verme yacer horizontal con la verga completamente vertical.
Se colocó sobre mí, haciendo el 69, y después de lamer un poco el glande, jalando el tronco para que saliera bien el presemen y sorberlo, se metió mi falo hasta la campanilla y más allá, Stella me demostró que sabía hacer la felación con “garganta profunda”. Yo disfrutaba la cogida que le daba en la boca y abrevaba sus ...